Seguimiento desigual de la huelga general en Portugal
Portugal asistió ayer a su primera huelga general en 22 años. Las medidas de austeridad impuestas por el Ejecutivo de Lisboa propiciaron que los principales sindicatos de trabajadores portugueses CGTP y UGT salieran a la calle en protesta en un contexto de descontento e incertidumbre.
Recortes en los salarios públicos, congelación de las pensiones y una segunda subida del IVA en lo que va de año hasta el 23%. A finales de septiembre, el Gobierno luso se vio obligado a dar una segunda vuelta en su plan de ajuste para cumplir con sus obligaciones de déficit para 2010 y el año próximo. Y sin embargo, el diferencial del bono a diez años con el alemán registra máximos históricos. Portugal continúa en el punto de mira de los mercados.
El escenario de protestas desató la habitual guerra de cifras. La ministra de Trabajo, Helena André, aseguró que la participación de los trabajadores había sido "muy reducida" y especialmente escasa en el sector privado. El Gobierno cifró la participación en un 28% para los funcionarios.
Al mismo tiempo, los sindicatos hablaron de una participación de más de tres millones de trabajadores: el 90% para el sector público, y el 75% para el conjunto de los trabajadores lusos. "La exigencia de cambios y de políticas diferentes tiene una base muy fuerte", afirmó Carvalho da Silva, líder del CGTP en presencia de su homólogo de UGT, João Proença. Los medios portugueses recogieron ayer la firme oposición a las iniciativas emprendidas por el Ejecutivo.
Con todo, la huelga general de ayer en Portugal provocó la cancelación de 43 de los 53 vuelos programados entre aeropuertos españoles y lusos hasta primera hora de la tarde, según la agencia Efe.
El paro obligó a las compañías a habilitar rutas alternativas para que los aviones no tuvieran que sobrevolar el espacio aéreo portugués ya que los controladores aéreos secundaron la huelga. Algunas de las opciones elegidas por las aerolíneas fueron Galicia y el oeste de Andalucía.