La UE se resiste al salto político que podría tranquilizar a los mercados
Los principales grupos del Parlamento Europeo exigieron ayer un salto cualitativo en la integración política de la zona euro para zanjar de una vez por todas la crisis de la deuda soberana que sufren varios socios. La petición cuenta con el apoyo del BCE, pero Bruselas enfrió la iniciativa.
La crisis económica de la zona euro comienza a emponzoñar la convivencia política en la Unión Europea y, en particular, en la zona euro.
La tensión brotó ayer en el Parlamento Europeo, donde un debate sobre la crisis tuvo que suspenderse durante unos minutos por los improperios de un eurodiputado euroescéptico contra el líder de los socialistas.
Recriminaciones también en el Bundestag alemán. La canciller Angela Merkel acusó a su predecesor, el socialista Gerhard Schröder, de haber sembrado la crisis por violar el Pacto de Estabilidad y permitir el ingreso de Grecia en la zona euro.
E impaciencia también ante los interminables coletazos de la crisis. La Eurocámara reclamó ayer una respuesta política definitiva a las dudas de los mercados sobre la sostenibilidad de la zona euro (con un Pacto de Estabilidad más estricto, un presupuesto comunitario más amplio o la emisión de deuda pública comunitaria).
Pero la Comisión Europea parece conformarse con ajustes técnicos de menor calado.
"Seamos realistas", pidió el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, en el hemiciclo de Bruselas. "Nosotros la Comisión estamos a favor de una ambiciosa gobernanta económica para Europa, pero no se puede avanzar sin un acuerdo de los Estados miembros".
Pero el líder del grupo Popular, Joseph Daul, alertó contra las fórmulas continuistas. "Si algo nos ha enseñado la crisis es que las soluciones que eran válidas ayer quizá no lo sean necesariamente mañana", señaló Daul durante un debate celebrado con el rescate de Irlanda y el posible contagio de Portugal y España como telón de fondo.
El máximo representante de los socialistas, Martin Schulz, fue aún más duro. Y acusó a Alemania, Francia y Reino Unido de pactar en su propio interés desde la aguada reforma del Pacto de Estabilidad hasta la jibarización del presupuesto comunitario. "Esa es la realidad", tronó Schulz, "y está desgarrando a la Unión Europea". Guy Verhofstadt, del grupo Liberal, también acusó a las capitales europeas de "tratar los síntomas de la crisis, no las causas". Y secundó la petición de Jean-Claude Trichet, presidente del BCE, a favor de un Pacto de Estabilidad mucho más riguroso que el pactado por el Grupo de Herman Van Rompuy, presidente del Consejo Europeo. Van Rompuy pidió a los parlamentarios que no caigan en el alarmismo y defendió su propuesta de reforma del Pacto.
Barroso también les recordó que la crisis económica no es específica de la zona euro sino que afecta también a otras zonas y países del resto del Planeta. Mal de muchos....
Merkel avisa a los especuladores
Angela Merkel no se arredró ayer ante las críticas a su costumbre de inquietar a los mercados con sus declaraciones."Ya sé que los mercados reaccionan con nerviosismo cuando digo algo así", señaló la canciller, "pero ¿tendremos los políticos el coraje de hacer que quienes ganan dinero compartan el riesgo?". "¿O es que negociar con deuda pública es el único negocio que no puede implicar riesgos? Se trata de la primacía de los políticos y los límites de los mercados", dijo.La canciller aludía a su pretensión de obligar a que todas las emisiones de deuda pública de la zona euro incluyan cláusulas que faciliten una renegociación con los acreedores en caso de dificultad del Estado.La propuesta alemana se aplicaría en 2013, aunque la agencia Bloomberg señaló ayer que Berlín podría adelantarla a 2011.La oferta de Merkel fue rechazada por España. La vicepresidenta Elena Salgado no consideró ayer "oportuno" el planteamiento de hacer que los inversores privados compartan el riesgo de futuras crisis de deuda en la eurozona.