El Banco de España inicia su propia reestructuración
El Banco de España predica con el ejemplo. Una semana después de que el gobernador Miguel Ángel Fernández Ordóñez apremiara a las cajas para completar cuanto antes su reestructuración, el supervisor ha anunciado que va a suprimir una de cada tres sucursales que tenía. Las siete delegaciones con menos actividad se clausurarán y el regulador pasará a contar con 15 oficinas regionales.
El Banco de España no es una excepción dentro del proceso de reordenación del sector financiero español. El supervisor ha decidido dar un paso al frente y echar el cierre a las oficinas regionales que registraban menos actividad.
En concreto, clausurará siete de las 22 sucursales con que contaba: las de Ceuta, Logroño, Melilla, Pamplona, San Sebastián, Santander y Toledo. De esta forma, además de las dos ciudades autónomas, cuatro comunidades se quedan sin presencia del Banco de España: Navarra, Cantabria, Castilla-La Mancha y La Rioja. Las oficinas cerradas representan el 9% de la actividad total del Banco de España, según ha explicado en un comunicado.
La decisión, según han explicado a los sindicatos desde el organismo encargado de velar por la estabilidad del sistema bancario español, es irrevocable, ha sido tomada por la Comisión Ejecutiva del Banco de España y tendrá plenos efectos a partir del próximo 31 de mayo de 2011.
El personal destinado en dichas sucursales, aproximadamente unos 60, se reubicará en otras cercanas y serán principalmente Málaga, Bilbao, Zaragoza y Madrid las que asumirán la mayor parte de los traslados, según ha informado el servicio de Recursos Humanos de la institución a los trabajadores.
Fue este mismo martes cuando los sindicatos fueron convocados e informados durante una reunión permanente de la comisión negociadora entre el Banco y las unidades sindicales presentes en la institución, y será el próximo miércoles 1 de diciembre cuando tendrá lugar un nuevo encuentro donde los representantes de los trabajadores aspiran a buscar una solución que al menos contemple prejubilaciones y no sólo el traslado forzoso, partiendo de la base de la postura contraria al cierre de sucursales.
Quita competencias para cerrar todas las sucursales
Los movimientos de adelgazamiento de la red del supervisor bancario no se limitan al cierre de sucursales, sino que también han llegado a la sede central del Banco de España en Madrid, donde se ha comenzado la subcontratación de parte del tratamiento de efectivo como modelo piloto para aplicar lo mismo en sucursales, según explicaron a Europa Press otras fuentes sindicales.
El Banco estaría, de este modo, vaciando de contenido a las sucursales para, según las mismas fuentes, intentar llegar a un punto en el que no sean necesarias y poder cerrarlas todas, prescindiendo también de su personal laboral.
En esta línea, el Banco de España está reemplazando la labor institucional por gestiones telemáticas y continuaría limitando las operaciones de cambio con el público a 100 monedas y 1.000 euros, y eliminando las cuentas corrientes para empleados.
Reducción de competencias y actividad de las sucursales
De hecho, el motivo esgrimido por el supervisor frente a los sindicatos para el cierre de sucursales es su falta de actividad, que los representates de los trabajadores no achacan al normal desarrollo del día a día, sino a la progresiva eliminación de funciones de estas siete sucursales que ya no contaban con máquinas de tramitación de efectivo.
Entre los servicios públicos realizados por las sucursales del Banco de España se encuentran las operaciones de canje de pesetas por euros, la recogida de billetes y monedas falsos, el canje de billetes deteriorados, el cambio de euros por otras monedas de euros, la suscripción de deuda pública, trámites de balanza de pagos, solicitudes de información a la central de riesgos, y reclamaciones, quejas y consultas sobre bancos y cajas.
Esta decisión de la institución que encabeza Miguel Ángel Fernández Ordoñez coincide en el tiempo con la petición del propio gobernador a las cajas de que aceleren sus integraciones, así como con en un Informe de Estabilidad Financiera conocido el pasado mes de marzo donde se instaba a cajas y bancos a acelerar la reducción en el número de oficinas, ya que todavía "está lejos de nuetralizar los volúmenes de apertura previos".
Sin cierres desde 2002
La reestructuración de la red de sucursales del Banco de España ha vivido ya dos etapas anteriores. Entre los años 1978 y 1982 se cerraron 18 de las 70 oficinas existentes entonces, quedando abierta una en cada capital de provincia, además de Santiago de Compostela. Con posterioridad, tras la puesta en circulación de los billetes y monedas en euros, se procedió a una segunda fase de cierres: entre 2002 y 2004 desaparecieron otras 30 sucursales, con lo que quedaron las 22 actuales. De ellas, solo las 15 que seguirán abiertas a partir de junio de 2011 tienen operativa plena, incluyendo el centro mecanizado de tratamiento de billetes y el servicio de caja a las entidades de crédito.