Grecia dice que el atraso en la entrega del préstamo no le causará problemas
El ministerio de Finanzas griego aseguró hoy que el país no tendrá problemas de impago de su deuda por el hecho de que la entrega del tercer tramo de ayuda exterior por parte de la zona euro se retrase de diciembre a enero.
En un comunicado difundido hoy en Atenas, el citado ministerio asegura que "no hay ningún motivo de preocupación, en relación al plazo de cobro de los 9.000 millones de euros, del préstamo de 110.000 millones de euros, que se ha acordado con la zona del euro y con el Fondo Monetario Internacional (FMI)".
"La decisión política de parte de la zona del euro se adoptará en el Consejo de Ministros de Economía y Finanzas de la UE (Ecofin) en diciembre, y se basará en la evaluación de los progresos del programa griego por parte de los organismos extranjeros (UE, Banco Central Europeo y FMI) que concluye la próxima semana" en Atenas, añadió.
La nota explicó que, debido a que la gestión requiere "al menos diez días de labor para que el dinero salga de cada país de la zona del euro y se deposite en las arcas griegas, (...) el cobro del tramo se completará en enero".
"Es algo que se había acordado hace tiempo con la Comisión Europea (CE) y que no crea absolutamente ningún problema de fondos en el país", insistió el ministerio de Finanzas.
Con respecto a una parte del préstamo del FMI (unos 2.508 millones de euros), la fuente informó de que el consejo administrativo del organismo "lo decidirá en diciembre y se entregará en diciembre".
De acuerdo a lo estipulado inicialmente, según un documento del ministerio de Finanzas griego hecho público en mayo, la entrega del tercer tramo del FMI estaba prevista para el próximo día 30.
Según informaciones no oficiales, los expertos de la misión del FMI, el Banco Central Europeo y la CE que llegaron el lunes a Grecia para evaluar la situación sobre el terreno, están presionando al Gobierno para que adopte rápidamente medidas adicionales de ahorro para 2011.
El objetivo es evitar una revisión al alza del déficit de 2010 en un 1,7%, lo que supondría un agujero presupuestario adicional de 4.000 millones de euros.
Entre las medidas que se barajan figuran la supresión de algunos organismos estatales y la privatización de empresas estatales.