Blanco ofrece 530 millones para evitar la quiebra de las autopistas
El Ministerio de Fomento ya sabe cómo evitar el riesgo de quiebra de ocho concesionarias de autopistas de peaje. Mediante la concesión de créditos participativos y anticipos a cuenta valorados en unos 530 millones se trata de que estas sociedades no entren en proceso concursal, lo que aumentaría el déficit en casi 4.000 millones.
Ninguna empresa, ninguna institución, ningún país estaba preparado para afrontar un desafío de esta escala", dijo ayer el ministro de Fomento, José Blanco, sobre la magnitud de la crisis actual. Y vaya que nadie lo sabía, que se lo digan a su departamento y a las concesionarias adjudicatarias de las últimas autopistas de peaje construidas.
Debido al elevado sobrecoste que tuvieron que asumir estas sociedades por el precio de las expropiaciones, las obras adicionales y la caída de los tráficos, ocho concesionarias se encuentran en una delicada situación financiera. Tanto es así, que Fomento ha arbitrado dos mecanismos para evitar su quiebra. El primero consiste en conceder créditos participativos por 200 millones este año y otros 250 millones para 2011 para compensar a las concesionarias por el riesgo de expropiación. Estas empresas calcularon tener que pagar 269 millones por expropiar los terrenos necesarios para construir las vías, pero los tribunales concluyeron que valían 1.858 millones, un 600% más.
Las concesionarias deberán devolver al Estado esos préstamos, por lo que no computan como déficit, ya que se trata de una operación financiera. Pero para lograr que las empresas puedan devolver esas cantidades, fuentes de Fomento no descartan "leves subidas de los peajes".
El otro mecanismo ideado está pensado para mitigar los bajos tráficos actuales, muy inferiores a los que se proyectaron cuando se diseñaron estas infraestructuras. Hay algunas, como la M-12 de acceso a Barajas, que apenas cuenta con un 13% del tráfico inicialmente previsto.
Así, Fomento ha llegado a un acuerdo con las empresas, Hacienda y Bruselas por el que durante 2011, 2012 y 2013 adelantará a las compañías parte de los ingresos que deberían haber tenido si se hubiesen cumplido los planes económico-financieros originales. No obstante, habrá límites. Por un lado, Fomento pagará la diferencia entre lo que están recaudando vía peajes y el 80% del total previsto. Por otro, lo que obtengan del Estado deberá ser siempre inferior a lo ingresado por peajes.
Es decir, si una concesionaria estimó ingresar 100, pero sólo logra 50, el Estado le compensará con los 30 que le restan para llegar al 80% de lo previsto. Si apenas recauda 20, el Estado sólo podría compensarle con otros 19 para que esa aportación no sea superior a lo obtenido por el negocio y pueda ser catalogada como ayuda pública.
Para estos pagos se presupuestan 80,1 millones en 2011, que sí computan como déficit. Y a partir de 2014 las empresas tendrán toda la vida de la concesión para devolver estos adelantos.