Optimismo entre los participantes de la Barcelona World Race

Los regatistas que participarán en la Barcelona World Race manifiestan sus expectativas ante una prueba que califican de muy dura e ilusionante. Tres participantes de Barcelona -Anna Corbella, Jaume Mumbrú y Cali Sanmartí-, así como el figuerense Gerard Marín han puesto de relieve "el sueño" que para ellos supone no sólo participar en una vuelta al mundo, sino hacerlo además en una regata que sale de su ciudad.

Preguntada por la dureza de los océanos australes, Anna Corbella (Gaes Centros Auditivos) reconoció que no ha podido entrenarse allí, pero añadió: "Tengo la suerte de tener a mi lado a alguien como Dee Dee Caffari, su copatrona, única mujer que ha dado la vuelta al mundo en solitario en ambos sentidos, con su enorme experiencia".

El santanderino Pachi Rivero (Renault ZE), único español que terminó la primera Barcelona World Race y que repite en esta edición, aseguró que precisamente la zona austral "con frío, olas y mucho viento, es la más bonita de toda la regata".

Su compañero, Toño Piris, también cántabro y con dos vueltas al mundo a sus espaldas, aseguró que los Imoca Open 60 en los que se corre la regata, son "barcos muy ligeros, con mucha vela y estables, pero también muy exigentes".

En este punto de la dificultad coincidió con Mumbrú (We Are Water), que puso de relieve "las grandes cargas estructurales que soportan estos barcos y la dificultad de solucionar cualquier problema" que pueda surgir. Por ello, indicó, hay que anticiparse siempre a lo que pueda venir.

Marín (Fòrum Marítim Català), uno de los benjamines de la regata con sólo 28 años, reconoció que "un error puede costar caro".