La UE logra frenar el pánico en los mercados de deuda
El Ibex mantiene los 10.200 puntos por el alza de los bancos, en una semana marcada por la crisis de Irlanda y el récord de rentabilidad de los bonos de los países periféricos.
La nueva crisis de deuda soberana ha vuelto a dominar una vez más las tendencias de los mercados. El viernes a primera hora se temía un nuevo seísmo en los mercados de renta fija. Para calmar los ánimos, fue necesario un comunicado conjunto de los ministros de Economía de Francia, Alemania, Italia, España y Reino Unido dando garantías a los tenedores de bonos, demostrando una vez la capacidad del mercado para marcarle el paso a los Gobiernos. El resultado se ve claramente reflejado en las primas de riesgo de la deuda soberana. España ha visto como el spread de sus bonos con vencimiento en 10 años, respecto a los alemanes al mismo plazo volvió a situarse en niveles récord de la era euro al llegar a 220 puntos básicos. El diferencial se moderó rápidamente a 201 puntos el viernes. Pero aún así, España paga un 80% más que Alemania por colocar la deuda. El Tesoro afronta la semana que viene una subasta de letras (corto plazo) y obligaciones (largo plazo) que tendrán lugar respectivamente el martes y jueves de la semana que viene. La cuestión será qué precio exige ahora el mercado al Tesoro.
El comunicado, emitido en el marco de la cumbre del G-20 celebrada en Seúl, garantizaba que no se aplicará ningún descuento en el principal de la deuda soberana que actualmente está pendiente de vencimiento y en manos de inversores privados, especialmente de la banca. Los ministros de la UE se comprometen además a que antes de mediados de 2013 no entre en vigor ningún mecanismo que afecte a los inversores privados, cuya participación y exposición al riesgo soberano con motivo del llamado Fondo Europeo de Estabilidad Financiera será de carácter estrictamente "voluntario". Se diluye así la dureza de la propuesta alemana y francesa, que buscaba que los inversores privados también asumiesen pérdidas en el caso de que fuera necesario un rescate público.
"Ahora la atención se centra en lo que pueda ocurrir con Irlanda, si va a tener que acogerse a algún plan de rescate. No creo que el tema se aclare en esta semana, ni posiblemente en las próximas", valora Natalia Aguirre, directora de análisis de Renta 4. Precisamente, ayer circuló por las mesas de negociación de valores que Irlanda activaría la solicitud de rescate la semana próxima y que éste podría tener un importe de 80.000 millones de euros, pese a que Dublín niega ese extremo. "El país está completamente financiado hasta mediados de 2011, pero el problema es que el mercado no está escuchando", subraya en un informe David Schammel, de la gestora Schroders.
Hay dudas sobre si el Gobierno de Irlanda conseguirá en diciembre que se aprueben los presupuestos; más detalles sobre eventuales mecanismos de rescate, las medidas que exigirá el FMI a Grecia en su próxima visita. Al final, la tensión en el mercado de deuda es inevitable. Así, el diferencial de la deuda irlandesa respecto al bund alemán se situó el viernes en 584 puntos tras llegar a situarse en 646 puntos el jueves. La prima de riesgo de Portugal alcanzó los 436 puntos. Conviene aclarar que la deuda de los países periféricos es más fácil de mover que la de Alemania, porque su volumen es mucho menor. Esto hace que, mientras que es notablemente complicado imprimir una dirección concreta al bund, que es el valor más líquido de toda la renta fija europea, los bonos pequeños son más susceptibles de padecer las estrategias del mercado.
Tensión en el euro
El comunicado de la UE se hizo en el marco de la cumbre del G-20 celebrada en Seúl, donde uno de los temas clave ha sido la llamada guerra de divisas, la intención simultánea todos los países por devaluar la moneda para impulsar el sector exportador, con el riesgo de una nueva oleada de proteccionismo y, por tanto, retraso de la recuperación, que ello conlleva. Después de que la Fed anunciase el pasado día 2 la puesta en marcha de un programa de estímulo masivo para la economía de 600.000 millones de dólares a desembolsar en ocho meses, la cotización del euro se disparó por encima de 1,42 dólares por euro, cerca de máximos anuales. Pero el temor a un default de la deuda soberana ha rebajado el pulso de la cotización por debajo de 1,37. La cumbre, sin embargo, no se ha saldado con ningún acuerdo sustancial en esta materia.
"El mensaje transmitido en la cumbre del G-20 es que el mundo no se puede dividir entre los países que sólo compran y los que pretenden sólo vender", expone Mercedes Camacho, de Omega IGF. "Y también está el mensaje de que la crisis de los compradores se trasladará a los vendedores si sigue esta crisis monetaria. EE UU ha defendido su devaluación y ha amenazado con consumir básicamente de su propia economía. La guerra de divisas es el factor clave del comportamiento de los mercados en las últimas semanas, tanto en renta variable, como en renta fija", completa Camacho, que vaticina volatilidad hasta finales de año.
El riesgo soberano también está restando visibilidad a la Bolsa. Así, todos los grandes índices han concluido la semana en números rojos, si bien la caída del Ibex se vio amortiguada el viernes por la mejoría (0,76%) experimentada por el índice, pero debida sobre todo no a una mayor confianza en la economía española, sino a las estrategias bursátiles de cierre de posiciones cortas. Los valores que más tiraron del selectivo español son los del sector más golpeado por los inversores: la banca. Así, el Popular subió el viernes un 5,9%; Bankinter, un 3,78%; Sabadell, un 3%; BBVA, un 2,87%; Banesto, un 2,83%, y Santander, un 1,99%. El índice llegó a oscilar cuatro puntos porcentuales entre máximos y mínimos y concluyó en 10.226,8 puntos.
En el resto de Bolsas, lo que dominaron fueron las pérdidas. El Cac cedió un 0,94%; el Footsie un 0,32% y el Euro Stoxx, un 0,31%. El Dax mejoró un 0,17%. En Wall Street, las pérdidas del viernes fueron muy superiores, con caídas del 1,18% en el S&P y del 1,46%% en el Nasdaq. El Dow Jones bajó el 0,80%.
Para el Ibex, el objetivo de los 11.000 puntos, que estaba atacando hace tan sólo unas semanas, se antoja ahora remoto. La tendencia es justo la contraria y se trata ahora de vigilar si pierde o no el soporte de los 9.800 puntos. El impulso que había tenido lugar en el primer tramo de la sesión se diluyó en la última hora, demostrando cómo la volatilidad se está imponiendo en un mercado donde domina el corto plazo. Con un retroceso del 1,93%, el selectivo suma su tercera semana consecutiva de pérdidas, en las que acumula un descenso del 6,38%.
En el conjunto de la semana, los valores más castigados han sido Telefónica que ha perdido un 6,49%, tras publicar unos resultados trimestrales que evidencian la debilidad del negocio en España; Mapfre (-5,93%); Técnicas Reunidas (-4,19%) y Acciona (-4,08%). En el polo opuesto, la ganancia más destacada es la de la constructora Sacyr, que saldo el conjunto de las cinco sesiones con una revalorización del 10,59%, espoleada por el anuncio de una ampliación de capital valorada en 400 millones de euros.
David Galán, director de renta variable de Bolsa General, explica la situación: "El Ibex ha caído prácticamente solo, sin que le hayan acompañado Europa o Wall Street y eso se debe sobre todo al sector bancario, especialmente el que tiene una exposición más doméstica, que lo está haciendo mucho peor que el resto. Lo que está contando ahora es el tema de la deuda periférica y la diferencia de ciclos económicos. Lo que ocurre con el Ibex no tiene nada que ver con el resto de los índices", avisa Galán.
Hacia el fin de año
El ejercicio bursátil está prácticamente terminado. Sólo quedan dos vencimientos de futuros y algunos expertos no anticipan grandes cambios en la tónica del mercado de aquí a 2011. "Mi impresión es que los valores y los índices que están tocados van a seguir estándolo hasta el cierre del año. Cada vez que haya una oportunidad, las manos fuertes realizarán beneficios y obligarán al resto del mercado a seguirles", valora Luis Benguerel, responsable de renta variable y derivados de Interbrokers. Esta misma visión es válida para los valores y las Bolsas que están mostrando un buen desempeño. "Ahora mismo y a corto plazo es más interesante meterse en un valor que esté en máximos históricos que en otro que haya corregido mucho. Y la razón es que los que controlan el mercado están sacando mucha rentabilidad en las acciones que marchan bien y no están dispuestos a dejarlas caer".
Este mes, la situación ha variado mucho de unas plazas financieras a otras. El Ibex acumula un descenso del 5,42%. Nada que ver con lo que sucede con Fráncfort o Londres, que registran mejoras del 2% o incluso con París, que se mantiene prácticamente sin cambios. Wall Street también está en positivo y las Bolsas de Asia registran avances del 5,7% en el caso del Nikkei y del 4,9% en el de Hong Kong. Lo que esto pone de manifiesto es que la crisis es global, pero la intensidad no es ni mucho menos la misma para unos que para otra. De momento, la Bolsa española está en el furgón de los que van perdiendo.
Las claves. Situación de mercado
¿Cuál es ahora la situación del Ibex 35?A comienzos de junio, el Ibex inició una fuerte recuperación que le llevó a ganar más de un 26% sobre los mínimos del año. El índice tocó techo el 22 de octubre en 10,924,8 puntos y desde entonces acumula un descenso del 6,4%. El índice ha sido incapaz de superar la resistencia de los 11.000 puntos, que ha intentado en repetidas ocasiones. El soporte más importante que el Ibex no debe perder son los 9.800 puntos. La fragilidad del sector bancario está penalizando al índice, que pierde en el año un 14,4%.¿Por qué afecta la crisis de Irlanda a España?A pesar de anticiparse al resto de países en la implantación de medidas de ajuste, la debilidad del crecimiento económico hace temer al mercado que Irlanda incurra en una suspensión de pagos. El mercado teme que España, con un perfil de crecimiento similar y un rápido crecimiento de la deuda pueda sufrir problemas similares.¿Cuál es el impacto de la situación en el euro?La carrera de la moneda única parece agotarse en el entorno de 1,4 dólares. Las tensiones sobre la deuda han devuelto a la moneda única a niveles cercanos a 1,37 dólares.
Subidas en el día del 7% para Santander y BBVA
Al contrario de lo ocurrido en sesiones previas, los bancos permitieron la subida del selectivo el viernes. Todos acabaron en positivo, encabezados por Popular y Bankinter. Pero lo más relevante de la jornada fue la elevada volatilidad de esos valores, incluidos los de más elevada capitalización bursátil: Santander y BBVA. El banco que preside Emilio Botín cotizó a un máximo de 8,612 euros a un mínimo de 8.02 euros, con una oscilación superior al 7%. BBVA marcó un máximo de 8,445 euros y un mínimo de 7,8650 euros, por lo que la diferencia fue, asimismo, superior al 7%. Y en ambos casos por encima de la del Ibex, que ascendió al 4%. Pero la mayor oscilación se detectó en los derechos de ampliación del BBVA: 0,225 euros de la cotización mínima a los 0,339 euros de la máxima, lo que supone un cambio del 50% en la misma sesión.Los analistas basan el comportamiento de las entidades financieras del viernes en el cierre de posiciones cortas de los inversores más especulativos.