Durante esta segunda jornada de la semana, esos contratos llegaron a negociarse a un precio máximo de 1.424,3 dólares por onza, pero finalmente añadieron 6,9 dólares al precio de cierre del lunes, cuando también alcanzaron un máximo histórico al acabar a 1.403,2 dólares la onza.
El nuevo máximo se produce después de las nuevas medidas monetarias anunciadas la pasada semana por la Reserva Federal estadounidense (Fed), que han disparado los temores a que se produzca un incremento de la inflación en Estados Unidos.
Una vez más, los inversores apostaron así por este metal precioso como refugio ante la posible inflación que podría derivarse de los planes de la Fed de inyectar nuevo dinero con la compra de deuda y que conllevarán una depreciación del dólar.
El oro también marcó hoy un récord en el mercado de futuros de Londres, donde cerró en 1.421 dólares.