Las quiebras se centran en pymes que facturan menos de dos millones
El número de familias y empresas que entró en concurso de acreedores se incrementó un 0,9% en el tercer trimestre en relación con el mismo periodo del año anterior, según un informe publicado ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). La cifra se situó así en los 1.127 procesos siendo la mayor parte (75%) empresas. De entre ellas, tres de cada cinco (64,7%) se posicionaron en el tramo más bajo de negocio, es decir, menos de dos millones de euros de facturación.
Así, la característica generalizada de las empresas acogidas a la legislación concursal es que son pymes y microempresas: más de la mitad (el 51%) se concentra en tramos de uno a dos y de seis a 19 asalariados. Mientras que la inmensa mayoría (86%) de las empresas no pertenecen a un grupo.
Pero a pesar de la subida interanual, el número de deudores conscursados fue inferior a los 1.511 registrados en el trimestre anterior "indicando una posible tendencia a la baja", según Valentín Pich, presidente del Consejo General de Colegios de Economistas. Con todo, la cantidad aún es importante en términos de volumen de capital aunque continúe siendo "un procedimiento aún poco utilizado en comparación con otros países", explicó Raimon Casanellas, del Registro de Economistas Forenses.
El INE señaló que un tercio de las empresas concursadas (31,8%) pertenece al sector inmobiliario, seguidas de la industria y la energía (20%) y el comercio (18,3%). Una tendencia que se mantiene desde que la Ley entró en vigor en 2004. Hasta la fecha, se han registrado 16.088 procesos. Un número que la mayor de las veces "acaba en liquidación", apuntó Pich. Y el sector que ocupan el dudoso honor de encabezar ranking de deudores concursados es la construcción, con 4.627 procesos.
Por áreas geográficas, las comunidades autónomas de Cataluña, Comunidad Valenciana, Comunidad de Madrid y Andalucía se erigieron como campeonas de susceptibles quiebras: entre las cuatro, concentraron el 61,1% del total en verano de este año. Y en el lado opuesto, la Rioja, Extremadura y Cantabria fueron las que registraron menos deudores.