El jazz español busca su hueco
El protagonismo de las estrellas en los festivales ha dejado a los intérpretes nacionales en segundo plano.
Los festivales de jazz, como el que se celebra este mes en Madrid, empujan a la palestra de los medios de comunicación a un amplio elenco de artistas internacionales. Mientras, los cientos de músicos españoles que aman este género y proyectos tan interesantes como el de crear una Orquesta Nacional de Jazz viven en el anonimato.
Y eso que su calidad es creciente. Según Pachi Tapiz, el responsable de la popular web Tomajazz, "el nivel va mejorando tras unos años de crisis. Ahora mismo hay un público y buenos músicos con más nivel". El problema es que sus únicas salidas son las actuaciones en salas con aforos reducidos y pagos mínimos.
Esos locales, en su modestia, gozan de buena salud, como testimonia el responsable de programación de la sala Populart de Madrid, Arturo González. "Nuestro local es muy estable, con una media de afluencia suficiente. Al menos, el jazz es ahora un tipo de música respetable, aunque no sea comercial".
En el panorama actual se cuenta con buenos músicos, pero no disponen de locales para darse a conocer
En su mayoría, la casi veintena de locales que en España acogen jazz en directo tienen aforos de menos de 200 personas, con lo que los ingresos son mínimos. "En realidad, los músicos tocan por la necesidad de expresarse, por ese gusanillo, pero no por dinero", dice Ramón Farrán, un clásico con décadas de experiencia. Lejos del tiempo del saxofonista Pedro Iturralde o el pianista Tete Montoliu, que llegó a tocar con históricos como Ornette Coleman o Dexter Gordon, hoy los jazzistas se ganan la vida como profesores de conservatorio, músicos de estudio o amenizadores de eventos.
Pese a estas dificultades, el futuro aparece más optimista en España que en el pasado. La crisis del disco no afecta al sector, que nunca ha tenido ventas significativas: "Los músicos publican sobre todo como carta de presentación para conseguir conciertos, y están apareciendo nuevos sellos especializados, algunos de los cuales presentan su producto con exquisitez", señala Tapiz.
El último impulso podría llegar por una mayor presencia en los medios de comunicación, donde sólo el veterano Juan Claudio Cifuentes en Radio Nacional mantiene una actividad continua, que le valió esta semana el Premio Ondas.
Una Orquesta Nacional a la espera de financiación
Ramón Farrán encabeza desde hace una década el proyecto Fonjazz para la consolidación de una orquesta nacional como la que existe en buen número de países europeos. Aunque Fonjazz goza del reconocimiento de la Administración, no recibe nada más: ni financiación ni siquiera un local donde ensayar."Hemos tenido colaboraciones puntuales con empresas, aunque también nos ha perjudicado la crisis", afirma Farrán. Por ejemplo, en la pasada Noche en Blanco madrileña, la formación -de una cartera de 90 músicos que se incorporan a la orquesta cuando cuadra en sus agendas- congregó para la ocasión a más de 6.000 personas ante la sede de CaixaForum en el paseo del Prado madrileño. "Pero falta visión de futuro, comprensión de que el lenguaje del jazz es el de la música del futuro", explica el veterano baterista y compositor.Farrán insiste en investigar la tradición musical española para aplicarle "la forma de hablar del jazz", como se mostró en el primero de los discos publicados por la orquesta, Jaleos, con claros toques flamencos. El segundo, Mujeres en el jazz, se publicó en 2009 a beneficio de la Federación de Mujeres Progresistas y se vende exclusivamente en tiendas de Paradores. Una red escasa para un proyecto tan atractivo.