El Banco de España urge a las cajas a que agilicen sus fusiones
Las críticas a la lentitud con la que se están produciendo los procesos de fusión de las cajas de ahorros son generalizadas. Incluso su impulsor, el Banco de España está presionando para que se agilicen. Varios directivos de estas entidades aseguran que la constitución de los SIP ha sido más compleja de lo previsto.
La reestructuración del sector financiero se está antojando más lenta de lo previsto en junio pasado, cuando el Banco de España dio un ultimátum a todas las cajas de ahorros para que abordaran procesos de fusión total o a través de sistema institucional de protección (SIP). Este hecho está alargando las incertidumbres que se ciernen sobre el sistema financiero y la percepción que los mercados tienen de España, explican varios directivos de entidades financieras.
El Banco de España también es consciente del retraso que se está produciendo entre las cajas, sobre todo en aquellas que cuentan con una situación más delicada y han tenido que pedir ayudas públicas. Y dentro de este grupo las que han optado por las integraciones virtuales son las que están alejándose más de los plazos que habían establecido en sus respectivos planes de reestructuración presentados al supervisor y al FROB.
Ante ello, la institución que dirige Miguel Ángel Fernández Ordóñez está pidiendo a las cajas que cumplan los plazos previstos para comenzar 2011 -un año que será más duro que el presente, según todas las previsiones- con los ajustes de redes y plantilla finalizados.
Fuentes de algunas cajas que han recibido el mensaje aseguran que el supervisor está insistiendo mucho en que se aceleren los recortes de plantilla y las implantaciones de las plataformas tecnológicas, fundamental para la operativa de las cajas.
Mejora de la eficiencia
Varios ejecutivos de estas entidades de ahorro aseguran que el Banco de España está poniendo especial hincapié en la mejora de la eficiencia, e incluso está pidiendo a algunas cajas que ajusten aún más sus plantillas.
Los planes de reestructuración de las cajas que han solicitado ayudas públicas sumaban un excedente de personal de algo menos de 15.000 empleos, a los que se sumarían algunos más de aquellas cajas que harán prejubilaciones aunque no han solicitado dinero al FROB.
Fuentes del sector aseguran que las cifras serán mayores. No en vano, varias entidades han ampliado el número de bajas incentivadas o prejubilaciones que realizarán, aunque sean a través de expedientes de regulación de empleo (ERE).
De momento, varias cajas ya han comenzado a acelerar el cierre y ajuste de plantilla para cerrarlo en diciembre. Este es el caso de CaixaCatalunya, y de Caja España-Caja Duero.
Otras, como Banca Cívica, que pese a no haber pedido dinero al FROB debe fortalecer su capital, tienen previsto ampliar ligeramente el número de prejubilaciones, según fuentes sindicales.
El SIP de Caja Madrid, Bancaja y otras cinco cajas más pequeñas ha ampliado ligeramente en las últimas semanas el número de prejubilaciones previstas al pasar de 3.400 a unos 3.800 o incluso 4.000.
Los banqueros también manifiestan sus inquietudes
Los banqueros más influyentes del país han reclamado públicamente que se acelere la reestructuración de las cajas de ahorros. El primero fue el presidente de Santander, Emilio Botín. Más tarde lo hizo el consejero delegado de BBVA, Ángel Cano, y después el director general de Popular, Jacobo González-Robatto. La banca no sólo pide que se acelere la reestructuración del sector, sino también que las cajas con ayudas no entren en la guerra del pasivo, ya que lo consideran competencia desleal. Aseguran, además, que si estas entidades siguen reduciendo sus márgenes con ofertas de depósitos que les generan pérdidas, el próximo año se volverá a producir una segunda oleada de fusiones.El sector de ahorro comparte esta opinión, pero por otra razón. "Son tan complicadas las creaciones de los SIP que es fácil que al final alguno de los que se ha aprobado no cuaje y se tenga que unir a otros", coinciden varios directivos de cajas.