El PIB y el mito de Penélope
La estimación que acaba de realizar el Banco de España respecto al PIB en el tercer trimestre del año (un crecimiento nulo, del 0%) da muestra de una tendencia preocupante que puede confirmarse en trimestres posteriores. Y es que, en ausencia de un consumo que tire de la demanda, la economía española tardará mucho en recuperarse. Así, en el tercer trimestre, el fin de las ayudas a la compra de automóvil y la adaptación a un escenario con impuestos al consumo (IVA) más altos han provocado que los ligeros crecimientos intertrimestrales del PIB cosechados en la primera parte del año (0,1 y 0,2, respectivamente) se hayan quedado en nada en el tercer trimestre. En el lado positivo queda un buen comportamiento del sector exterior, capaz de aportar 1,2 puntos al PIB, según estima el Banco de España.
Sin embargo, todo lo que aporta el sector exterior por un lado lo quita la demanda interna (consumo e inversión) por el otro, algo similar a lo que ocurría en el mito griego de Penélope y la confección de su traje, en espera de Ulises. La leyenda marca cómo Penélope supo engañar a sus enemigos haciendo creer que elegiría marido al acabar de tejer un sudario. En espera de Ulises, destejía por la noche lo que había tejido por el día, con la idea de dar tiempo a que su amado regresara.
Es indudable que tejer un nuevo modelo productivo para el país cuesta pero mientras ello se produce, el Gobierno debería impulsar cualquier tipo de medidas que reactiven el consumo de los hogares. Mucho más si se tiene en cuenta que ya hay más de un millón de familias con todos sus miembros parados. Y las que sí reciben ayuda, ésta oscila entre 400 y 800 euros al mes. Sin empleo y sin consumo que lo potencie, el crecimiento del PIB queda en nada. Penélope estuvo 20 años esperando a Ulises. Confiemos en que la economía española no tarde el mismo tiempo en despegar, mientras se fortalecen sus fundamentos.