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A fondo

Reino Unido o la gran reválida de una banquera

Ana Patricia Botín siempre ha sido una ejecutiva clave para el grupo Santander, pese a haber pasado por ciertos altibajos en la entidad que preside su padre, Emilio Botín, en la que se incorporó en 1988. Y hace un mes así se lo volvieron a demostrar. Su salida de Banesto no ha sido voluntaria, o por lo menos, eso afirman fuentes cercanas a ella. Pero también es cierto que desde hace algún tiempo parecía que Banesto se le había quedado pequeño. Sobre todo, tras pasar ocho años en un cargo en el que únicamente se ocupaba de España, mercado que cada vez se va estrechando más y pierde fuelle en los resultados globales del grupo.

La pesimista perspectiva de futuro de la economía española está pasando una dura factura a la banca española, y el banquero que puede, prefiere salir fuera de las fronteras nacionales que esperar y ver. Ana Patricia Botín, además, siempre ha contado con una mentalidad más anglosajona que latina, aseguran todas las fuentes que la conocen. Estudió en Estados Unidos y trabajó siete años en JP Morgan, para pasar en 1988 a Santander, donde ha desempeñado distintos puestos de responsabilidad, hasta ser nombrada presidente de Banesto en 2002. Por ello, y tras la comunicación hace un mes aproximadamente de António Horta-Osório, de que iba a aceptar el ofrecimiento del Gobierno de Reino Unido para ser consejero delegado de Lloyds, el principal banco británico en la actualidad, la comisión de nombramientos de Santander apostó directamente por Ana Patricia Botín como sustituta de Horta-Osório. Su dominio del inglés, el profundo conocimiento del grupo, unido a su trayectoria profesional la hacían, según aseguran en el banco, clara candidata para un puesto clave para la institución. Reino Unido, de hecho, se ha convertido en la primera fuente de negocio del grupo Santander, tras desbancar a España con la compra de 318 oficinas a Royal Bank of Scotland en agosto. Aporta, además, el 18% del beneficio y la Red Santander de España y Banesto el 17%, mientras que Brasil ya representa el 25%.

Su nombramiento como primera ejecutiva de Santander UK no ha sido cuestión de un día, aunque sí de la casuística, algo que en el fondo le ha beneficiado. Ana Patricia Botín cumplió 50 años de edad, la misma que tenía su padre cuando le nombraron presidente de Santander, hace casi 25 años. La sucesión de Emilio Botín parece que aún no toca, pero su hija va ganando puntos como banquera y por lo tanto como posible sucesora. Ahora tiene dos retos, operar en uno de los mercados financieros más importantes del mundo, como es Reino Unido, y competir directamente con Lloyds, cuyo nuevo consejero delegado conoce a la perfección los proyectos de Santander UK. Primer y segundo bancos de Reino Unido. Banesto pasa ahora a un segundo plano. Ya no es la joya de la corona.

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