Bernanke defiende la nueva inyección de liquidez de la Fed y niega que vaya a elevar la inflación
El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Ben Bernanke, ha defendido la nueva inyección de liquidez de 600.000 millones de dólares (420.000 millones de euros) anunciada por la institución, ya que en el pasado ya se demostró que puede ser una medida efectiva, y ha descartado que el programa de compra de bonos del Tesoro vaya a elevar la inflación.
En un artículo de opinión publicado por el Washington Post titulado 'Lo que la Fed hizo y por qué: apoyar la recuperación y mantener la estabilidad de precios', Bernanke recordó que este tipo de medida ya suavizó las condiciones financieras en el pasado y, hasta el momento, "parece que vuelve a ser efectiva".
En este sentido, destaca que "los precios de las acciones subieron y los tipos de interés a largo plazo cayeron" cuando los inversores comenzaron a anticipar esta nueva medida de la Fed. "Unas mejores condiciones financieras promoverán el crecimiento económico", afirma.
Como ejemplo, Bernanke apunta que unas tasas de interés hipotecarias más bajas harán que la vivienda sea más "asequible" y permitirá a más propietarios refinanciar sus hipotecas. Además, subraya que unas tasas menores de los bonos empresariales fomentarán la inversión.
En esta línea, agrega que unos mayores precios de las acciones impulsarán la riqueza de los consumidores y ayudará a incrementar la confianza, lo que a su vez puede elevar el gasto. "Y un mayor gasto conducirá a mayores ingresos y beneficios que, en un círculo virtuoso, apoyaría aún más la expansión económica", añade.
Consecuencias en la inflación
Asimismo, Bernanke reconoce que, aunque esta medida ya se ha utilizado con éxito en Estados Unidos y otros países, es menos común como política monetaria que el recorte de los tipos de interés a corto plazo. Sin embargo, asegura que algunas de las preocupaciones que rodean a esta medida están "exageradas".
En concreto, rechaza las críticas que afirman que esta inyección de dinero incrementará la inflación y argumenta que la reciente aplicación de esta medida tuvo poco efecto en la cantidad de moneda en circulación o en otros medidas de la oferta monetaria, como los depósitos bancarios, y no se tradujo en una inflación más elevada.
Bernanke defiende también que la Fed ha sido "cauta" antes de actuar y recalca que la institución "revisará el programa de compra de forma regular para asegurar que funciona con el objetivo previsto y valorar si son necesarios ajustes en caso de que cambien las condiciones económicas.
"Hemos hecho todas las preparaciones necesarias y confiamos en que tenemos las herramientas para relajar estas políticas en el momento adecuado. La Fed está comprometida con ambas partes de su mandato y tomará todas las medidas necesarias para mantener la inflación baja y estable", incide.
En esta línea, señala que aunque se han hecho progresos en la recuperación económica, difícilmente se puede estar satisfecho, dado que el mercado de trabajo sigue "bastante débil", con una tasa de desempleo cercana al 10%, un gran número de personas que sólo encuentran empleos parciales, y un sustancial número de parados que llevan seis meses o más sin trabajar.
Además, remarca que la mayoría de las mediciones de la inflación subyacente apuntan a que estará algo por debajo del 2% y de la tasa que la Fed considera como más coherente con un crecimiento económico saludable en el largo plazo. "Aunque baja inflación es generalmente buena, una inflación demasiado baja puede presentar riesgos si la economía tiene problemas", advierte.