El acuerdo ultramar de BBVA y Garanti
La compra del BBVA del 25% del banco turco Garanti tiene un poco más de sentido. El banco español se ha ocupado de algunas cuestiones de la transacción que habían alarmado a los inversores. Y la ampliación de capital de 5.000 millones de euros para financiar la adquisición ha mejorado su situación local. La compra incluye la participación del 19% que General Electric (GE) quería vender desde hace mucho tiempo, además del 6% del grupo turco inversor dominante, Dogus. El acuerdo permite que los votos preferentes del BBVA estén en el mismo nivel que los de Dogus, lo que significa que la empresa española podrá opinar sobre las decisiones del banco. También han aprovechado el deseo de vender de GE y han negociado un descuento del 10%.
Aun así, el pacto no es perfecto. El BBVA podría haber pagado casi un tercio menos por su participación si lo hubiera hecho en abril, a juzgar por el precio de Garanti. Tampoco era lo que los inversores esperaban, ya que BBVA había apuntado a EE UU como un objetivo más probable para las adquisiciones. Y compartir el control no es lo mismo que tener el poder de dictar las estrategias; aunque la entidad española ha negociado elevar su representación en el consejo después de cinco años.
Las cifras del tercer trimestre de BBVA y Santander, su rival local, reforzaron las razones del interés de ambas entidades por el extranjero. La necesidad de pagar los depósitos y la financiación al por mayor, mientras que el mantenimiento de las reservas genéricas está frenando los márgenes internos, y ha provocado que el beneficio neto del BBVA, por ejemplo, cayera un 17% en tasa interanual. Incluso si la economía turca no repite su crecimiento esperado del 6,8% de este año, Garanti debe servir como un contrapeso para sus problemas domésticos.
La ampliación de capital por 5.000 millones de euros para financiar la operación le deja al BBVA un margen de juego de 800 millones. Aunque el banco dice que puede volver a generar capital de forma orgánica a una tasa de 15 puntos básicos por trimestre, esto eleva bruscamente su tasa Tier 1 de un 8,15% a casi el 8,8%. El nuevo pacto de Basilea III exige sólo un 7%. Eso le da la flexibilidad necesaria para reforzar sus reservas o ampliar aún más capital en el extranjero. El objetivo del BBVA es el mismo: utilizar el crecimiento externo para suavizar el dolor en España.
George Hay