La ropa, clave para ser competitivo en la Barcelona World Race
Si preparar una maleta para una semana de vacaciones es un quebradero de cabeza para muchos, imaginémonos lo que supone planificar el equipamiento para tres meses de ruta por los mares más duros del planeta, con diferencias de temperatura de hasta 40 grados a la vista.
Dicen los expertos en náutica que uno de los principales problemas que deben afrontar es la incomodidad de días y días con la misma ropa. No se trata de falta de higiene o manías, sino de aprovechar al máximo la capacidad de carga del velero, y mantener cierta comodidad.
La vestimenta debe ser flexible, secarse rápidamente y proteger de la humedad constante y las condiciones extremas, sin afectar la movilidad en los quehaceres diarios.
La ropa interior es importante. La clásica de algodón tarda mucho en secarse, la de polipropileno lo hace rápidamente, pero cuando queda mojada de sal, puede rascar la piel durante días.
Algunas embarcaciones disponen de calefacción en el interior, pero no es habitual. Además, puede ser peor el contraste de temperaturas y dar lugar a catarros. El mejor sistema para evitar el frío es vestirse por capas.
La de base es la ropa interior, que debe mantener el calor del cuerpo, pero disipando el sudor. La capa mediana conserva calor y expulsa la humedad. La externa, con prendas de Gore-Tex, es la que debe proteger del mal tiempo y del frío. Los calcetines acostumbran a ser altos, con plantas aislantes.
Por lo que respecta al calzado, se usan botas de goma ligeras y forradas. Cuando hay bonanza se emplean zapatillas deportivas náuticas, que aguantan bien el agua y la sal.
En cuanto a la cabeza, el mejor aliado es el gorro polar, que puede evitar alrededor del 40% de la pérdida de calor del cuerpo. Para las manos son necesarios guantes, también aptos para evitar rozaduras de cuerdas.
El calor puede ser también un problema. El viento puede ocasionar que la piel se queme. Los tripulantes utilizan crema solar de protección por encima del factor 15 y se tapan con tejidos que no filtren los rayos solares.