EADS prevé que España supere el 15% de carga de trabajo en los tanqueros de EE UU
La participación de España en el contrato del Pentágono para renovar la flota de aviones cisterna (tanqueros, en la jerga aeronáutica) de la Fuerza Aérea estadounidense puede superar el 15% si finalmente EADS vence a Boeing en una adjudicación valorada en 38.000 millones de dólares. En un encuentro con periodistas en la factoría sevillana de San Pablo, el máximo responsable del grupo aeroespacial en España, Domingo Ureña, explicó el viernes que el peso de España en la posible renovación de las 179 aeronaves será "muy superior" a la prevista en 2008, cuando la compañía ganó el concurso del Departamento de Defensa estadounidense que posteriormente fue anulado. En aquella ocasión, la participación española se situaba entre el 12% y el 15%.
EADS tiene previsto que en España (en concreto, en la planta de Getafe) se fabriquen tres de los cuatro prototipos contemplados en el contrato. Asimismo, la industria nacional será la responsable de la certificación de los aparatos, de su configuración y de exportar los equipos de profesionales que trabajarán en Estados Unidos, cuando la producción se inicie en Mobile (Alabama). "El valor añadido se quedará en España", subrayó Ureña. Todos los desarrollos que se hagan relacionados con el sistema de repostaje (conocido como boom), con el software y otros equipos clave se harán sobre la base española.
El directivo se mostró convencido de las posibilidades de que su oferta sea la elegida. "Sólo pedimos una competición transparente y abierta, y la estamos teniendo", afirmó. Tanto EADS como Boeing todavía están remitiendo información adicional requerida por el Pentágono. Fuentes del sector prevén que el concurso se decida, finalmente, en los primeros meses de 2011 y no en diciembre, como se venía apuntando en las últimas semanas.
En cuanto al avión de transporte militar A-400M, Ureña confirmó que el programa se lanzará con sólo 180 pedidos por parte de los países promotores, después de que Alemania haya decidido anular siete de los aviones que había encargado, que se suman a los tres cancelados por el Reino Unido. Países y empresa pretenden firmar el nuevo contrato este año.