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Columna
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La prudencia de la banca española

No hay alivio a la vista para la banca española. Santander, el mayor banco del país, no cumplirá con su objetivo de mantener su beneficio neto propuesto para este año. Esto se produce tras la caída de las ganancias del BBVA en el tercer trimestre. Santander pudo haber evitado su profit warning, recurriendo a sus reservas genéricas. El hecho de mantenerlas es otra señal de que el sector bancario se enfrenta a perspectivas sombrías.

Santander está siendo doblemente conservador. Además de mantener sus reservas, también provisiona más su cartera inmobiliaria ante las exigencias de las nuevas reglas del Banco de España. ¿Por qué la prudencia? Los márgenes netos de los bancos españoles están cayendo, presionados por el bajón de las tasas crediticias y la costosa guerra de los depósitos destinados a reducir su dependencia de los mercados mayoristas. Tanto Santander como BBVA están captando depósitos a expensas de los márgenes. España está saturada de sucursales bancarias y el retraso de la reforma de las cajas de ahorro no ayuda. La rentabilidad se verá afectada cuando los bancos comiencen a reconstruir sus topes genéricos en 2011.

Pese a las dificultades, los dos mayores bancos españoles están mucho mejor que la media. La morosidad no ha empeorado mucho en el caso de Santander. El BBVA informó de que sus créditos morosos se han estabilizado en un 5% en España. Ambas entidades planean mantener su política de dividendos generosos. æpermil;stas están bien diversificadas, Santander espera que el 83% de sus ganancias de este año venga del extranjero.

Pero aún se enfrentan a interrogantes serios. El primero, si los beneficios en el extranjero compensarán la caída en el mercado local. La mayoría de los analistas esperan que la filial Santander Brasil lidere el impulso. Pero para el BBVA todavía hay ciertas dudas sobre si la fortaleza de la recuperación en México será lo suficientemente robusta para compensar. El segundo, las perspectivas económicas en España son muy débiles. Y después está la cuestión estratégica. Santander dice que no hay adquisiciones a la vista y que no prevé elevar el capital, pero los inversores pueden ser perdonados por ser escépticos. Todavía no se sabe si el BBVA al final comprará una participación minoritaria en un banco de Turquía, y en qué condiciones. Por último, el panorama en España sigue siendo incierto. Dado todo esto, es difícil que los inversores se lancen a comprar acciones en estos momentos.

Fiona Maharg-Bravo

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