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El grupo augura un final de año flojo

Arcelor insta al Gobierno a no recortar la inversión en infraestructuras

ArcelorMittal ha instado al Gobierno a reducir el déficit público por el lado del recorte del gasto corriente y no por la reducción de inversiones en infraestructuras. El grupo, que duplicó su Ebitda hasta septiembre, prevé un final de año peor de lo esperado.

El alza de los precios de las materias primas, la ralentización de la demanda en China y el fin de los incentivos en el sector del automóvil en varios países han llenado de pesimismo al sector del acero. ArcelorMittal, el líder de la siderurgia mundial, revisó ayer a la baja sus expectativas para el cuarto trimestre del año, con un beneficio bruto de explotación (Ebitda) que caerá un 25% respecto al tercer trimestre y que se situará entre los 1.500 y los 1.900 millones de dólares (entre 1.080 y 1.370 millones de euros).

"La principal noticia que puedo dar hoy es que la demanda se mantendrá plana en el cuarto trimestre", explicó ayer el responsable financiero del grupo, Aditya Mittal, durante la presentación de los resultados hasta septiembre. Unos resultados positivos, con un Ebitda acumulado en los nueve primeros meses del año de 43.990 millones de euros, pero en los que ya pesa un enfriamiento del mercado en el tercer trimestre.

"Al mercado le cuesta moverse. Existe atonía y desconfianza", constató en una rueda de prensa telefónica posterior Gonzalo Urquijo, el único español en la cúpula de ArcelorMittal.

España, por debajo de la media

Urquijo expresó su preocupación por la situación de la demanda de productos siderúrgicos en España, uno de los mercados que está manteniendo un comportamiento más flojo en toda Europa.

En este contexto, instó al Gobierno a atender uno de los problemas más serios que, a su juicio, tiene el país (el del déficit público) por el lado de los gastos corrientes "y no con el recorte de las inversiones de infraestructuras".

El director general del grupo admitió que ArcelorMittal ya está notando los efectos del fin de las ayudas al sector del automóvil y se mostró partidario de que el Ejecutivo mantenga los incentivos y deducciones a la compra de viviendas. "Todo lo que no sea incrementar la demanda no es bueno", advirtió.

La realidad es que las plantas españolas de la compañía están trabajando, de media, al 65% de su capacidad, algo por debajo de lo que sucede en el resto del grupo, con una ocupación del 71%, nivel que se mantendrá hasta finales de año. La situación es más complicada para los centros que fabrican productos largos (que se usan en la construcción), que están teniendo que vender fuera de España entre el 60% y el 70% de su producción.

Con esta situación, Urquijo se mostró partidario de ampliar a 2011 el ERE temporal que está en marcha para toda la plantilla en España y que, en principio, vence el próximo 31 de diciembre.

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