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Columna
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La caída de la pareja ASX y SGX

El acuerdo del megamercado de valores de Asia está siendo rechazado por dos razones. La australiana ASX está cayendo porque los inversores temen que los reguladores puedan acabar con el poder, privándoles de una prima. Mientras que Singapur ha bajado porque a los inversores no les gusta el pacto y aún temen por su aprobación.

ASX cerró ayer un 15% por debajo del valor de la oferta. Esto parece un reflejo razonable del incremento de los obstáculos que la oferta de SGX tendrá que superar, como las objeciones nacionalistas que puedan surgir o el temor a que el tesoro local caiga en manos extranjeras. No sólo hay quejas de varios partidos de oposición -verdes y conservadores-, sino que hay múltiples miembros del Gobierno que se pronunciarán, por lo menos el ministro del Tesoro, Wayne Swan, y la Foreign Investment Review Board.

El enigma es también la razón por la cual las acciones de SGX cayeron ayer. Es cierto que al grupo de inversores de Singapur no les gusta el pacto. Pero si hay menos probabilidades de que la fusión se lleve a cabo, ¿las acciones de la entidad adquirente deberían subir? Bueno, sí y no. Dos cosas están sucediendo simultáneamente. Los inversores creen que la aprobación del acuerdo es poco probable, pero se muestran también cada vez más negativos sobre el pacto si saliera adelante. Una forma de analizarlo es estudiando la capitalización de mercado combinada de las dos empresas. Al final del juego, cuando se anunció la oferta el lunes 25, se trataba de 778 millones de dólares más que su valor conjunto del día 22. Pero ayer, se había reducido a apenas 70 millones. La ganancia de ASX había sido casi totalmente aniquilada por las pérdidas de SGX. El consejero delegado de esta Bolsa, Magnus Bocker, tiene un gran trabajo por delante para convencer a accionistas y reguladores.

Wei Gu

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