Holdings de seda
Bernard Arnault ha planteado una pregunta sobre Hermès, el fabricante de lujo francés, sumergido en rumores de compra a pesar de estar controlado por una familia. Lo que no ha detenido a Arnault, el propietario de control de LVMH, que se ha hecho con el 14% -que aumentará pronto al 17%- del fabricante de corbatas de seda. Las acciones de Hermès han estado calientes, con una subida del 88% en el boom del mercado del lujo. Arnault dice que ha invertido 1.450 millones de euros, lo que sobre el papel arroja ya un beneficio de 1.700 millones.
LVMH tendrá que explicar por qué tardó hasta el 23 de octubre para hacer pública la compra si el regulador francés exige una comunicación al superar el 5%. El resto de la operación, mediante derivados, se desvelará en unos días. Pero el misterio del vendedor tardará algún tiempo en desvelarse. Hasta ahora, la familia Dumas -controla el 70%- parecía unida en su decisión de mantenerse independientes y sus participaciones están controladas dificultando la venta individual. Quizá Arnault haya secado el free float, explicando así la subida meteórica del valor, especialmente desde julio. Actualmente se negocia 42 veces sobre los beneficios del próximo año, más del doble de LVMH.
Pero la cuestión ahora son las intenciones de Arnault. Su apunte de que quiere ser un accionista a largo plazo y no tomar el control de la compañía ha generado suspicacias. Pero en el corto plazo, parece que LVMH no tiene otra opción. Al menos, la operación podría disuadir a otros pretendientes, como la suiza Richemont, si se produce un cambio familiar. Y no ha dicho que no quiere aumentar en un futuro su participación accionarial.
Por Pierre Briançon