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Fuerte recorte de los presentes navideños

La Navidad más difícil para el vino

Las bodegas de Rioja asumen que será el año más complejo de la crisis.

La Navidad no va a ser fácil para el sector bodeguero. Tampoco lo fueron las de los ejercicios anteriores, ya que la crisis ha conllevado un fuerte recorte de los presentes navideños, especialmente los que realizan las empresas. "Llevamos apretándonos el cinturón desde hace tres años", reconoce el presidente del Consejo Regulador de Rioja, Víctor Pascual. Una situación que ha obligado a casi todas las bodegas a recortar gastos para "tratar de aguantar hasta que escampe el temporal", asume Pascual. Es decir, tratar de ofrecer los precios más competitivos para evitar que los potenciales consumidores de vino se decanten por otro tipo de bebidas más económicas.

Ante esta evolución el máximo representante del sector bodeguero de la Denominación de Origen Rioja reconoce que muchas empresas han reducido sus precios de venta -en los canales de distribución, súper e hipermercados- por debajo de los dos euros, una circunstancia que muchos no consideraban factible antes de la crisis. "No hay precios mínimos", reconoce Víctor Pascual. "Cada bodega tiene su propio sistema de costes y estos tratan de ajustarse porque es difícil vender, pero tenemos que aguantar porque hemos superado situaciones de todo tipo".

Sin embargo, pese a la incógnita de la campaña de Navidad, la situación de las bodegas de Rioja no es negativa. Esta denominación de origen copa, aproximadamente, el 40% de las ventas de vino de calidad en España. "Estamos un punto por encima respecto a la cuota que teníamos en 2009, pero hay hueco para todas las denominaciones", asegura.

En los siete primeros meses de 2010, los vinos de Rioja han elevado sus ventas un 12% en comparación con los mismos meses de 2009. Pero este repunte no se traduce en un incremento del beneficio, ya que los márgenes se han estrechado debido a la reducción de precios. Sin embargo, de cara al final del ejercicio, la previsión de crecimiento de ventas no es tan positiva y, aunque crecerán respecto a 2009, el avance será más lento, en torno al 8%. En parte gracias a la inversión en publicidad que ha puesto en marcha el Consejo Regulador, que asciende a 14 millones de euros, de los que el 30% se destina a España.

En los años anteriores a la crisis, grandes inversores, muchos de ellos vinculados al sector inmobiliario o a la construcción, comenzaron a invertir en la industria bodeguera. Pero ahora muchas de sus empresas están en venta. "En este sector siempre ha habido muchas compañías en venta", justifica Pascual.

Sólo en Rioja operan cerca de 600 bodegas. "En mi opinión no fue negativo que entraran nuevos inversores, el problema es que el vino tiene que analizarse como una actividad a medio o largo plazo", explica.

La oportunidad de los mercados emergentes

En España las bodegas tratan de buscar nuevas estrategias que les permitan mantener el número de consumidores, que paulatinamente se han desplazado a otro tipo de bebidas. Pero los mercados emergentes son territorio por conquistar. Países como China, Brasil, Rusia o India presentan un perfil de consumidores muy diferente al español, pero con un relevante potencial de crecimiento. El Observatorio Español del Mercado del Vino ha presentado un estudio sobre el potencial de este producto en estos países. Por ejemplo, se calcula que en China pueden consumir vino importado entre 70 y 90 millones de personas. De ellos, el 90% prefiere vino tinto, ya que el rojo es símbolo de buena suerte. Mientras, en Brasil sólo el 0,4% del vino que se consume procede de España. En Rusia, el crecimiento del vino español ronda el 37%.

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