El orgullo de Corea arranca con problemas
Yeongam se inaugura in extremis para el Gran Premio de F-1.
Tras preparativos contrarreloj, rumores de suspensión e inyecciones de dinero multimillonarias de última hora, el circuito de Yeongam acogerá finalmente el domingo el primer Gran Premio de Corea de Fórmula 1 de la historia. Un cita que se adivina más que interesante tanto por la lucha deportiva, a falta de tres pruebas para decidir el título, como por las especiales características del trazado.
"Sí, está pensado para dar espectáculo", resumía el alemán Hermann Tilke, el creador de los últimos seis circuitos llegados al gran circo y responsable pues también de Yeongam. Curvas muy cerradas y tres largas rectas que facilitan los adelantamientos son las principales características del trazado, que cuenta con 5,62 kilómetros de longitud incluyendo la recta más larga de Asia, de 1,2 kilómetros.
A ese espectáculo puede contribuir, se confía en que sin incidentes, los problemas de adherencia del asfalto. La pista ha recibido su capa final en el presente mes, cuando se supone que es recomendable que pasen al menos tres antes de que se utilice para carreras.
En líneas generales, todas las obras del circuito se han apurado al máximo. Su inauguración estaba prevista para julio, pero hasta hace un par de semanas no estuvo claro que la FIA le diera el visto bueno para la disputa de la prueba. Esta misma semana, 1.500 personas daban fin a las gradas, incluyendo la presencia de fuerzas del Ejército. Según Tilke, un contingente de obreros alemanes llegados en el último mes resultó decisivo para finiquitar los preparativos.
Yeongam supone una apuesta importante para Corea, su mayor recinto deportivo con capacidad para 135.000 espectadores. Pese a que ha organizado unos Juegos Olímpicos (en 1988) y un Mundial de fútbol (2002), el país no cuenta con ninguna cita deportiva anual importante. A la inversión de 260 millones de euros en el propio trazado se ha sumado un contrato de otros 200 millones para garantizarse la celebración del gran premio al menos hasta 2016.
El circuito se encuentra a 320 kilómetros de Seúl, en una zona que se presume de futura expansión inmobiliaria; ha sido concebido como una suerte de circuito urbano, al que rodearán en el futuro las calles. Además, una parte da al puerto de la localidad.
A falta de éste y otros dos grandes premios, Fernando Alonso figura segundo del Mundial con su Ferrari, en una lucha contra los Red Bull y los McLaren, aún con opciones al título.
