El repunte del IPC al 2,1% anticipa una paga a pensionistas por la mayor inflación
El final de la campaña de rebajas de verano y el aumento del precio de los carburantes propició que la inflación interanual se situara en septiembre en el 2,1%, tres décimas más que la registrada en agosto. El desvío por encima del 1%, que fue lo que se incrementaron este año las pensiones, anticipa que los pensionistas puedan cobrar en enero una mayor paga extra con el fin de mantener el poder adquisitivo.
El índice de precios de consumo (IPC) se incrementó una décima en septiembre respecto al mes anterior, mientras la tasa interanual repuntó tres décimas hasta alcanzar el 2,1%, una décima por encima de lo esperado, según publicó ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE). La tasa mensual registra de ese modo su segundo incremento consecutivo, motivado por el final de la campaña de rebajas en vestido y calzado. En términos interanuales, el repunte de septiembre contrasta con el descenso experimentado en agosto. De hecho, ese 2,1% es la tasa más elevada desde noviembre de 2008, cuando el IPC se situó en el 2,4%.
Así, con las cifras de septiembre, son ya once los meses en los que la inflación registra tasas positivas después de haber permanecido ocho meses en negativo. De mantenerse esta tendencia, si el IPC finaliza noviembre en un nivel superior al 1% con el que se revalorizaron las pensiones en enero de este año, los pensionistas podrán recibir el próximo enero una paga extra por ese desvío de los precios en 2010, con el objeto de mantener su poder adquisitivo. Será, sin duda, un alivio a sus cuentas, ya que en enero de 2011 no se producirá el habitual aumento de las prestaciones conforme al incremento previsto de la inflación de 2011, por la decisión del Gobierno de congelar estas prestaciones para contener el déficit. Sólo se librarán del ajuste las pensiones mínimas y las no contributivas que, además de la paga extra por el desvío del IPC, se revalorizarán un 1%.
Con esta polémica medida, el Gobierno espera ahorrar 1.500 millones de euros en un año. Dependiendo de cuál sea el desvío que se produzca finalmente en la tasa interanual del IPC de noviembre próximo, por cada décima que se eleve la inflación, el Gobierno tendrá que desembolsar entre 90 y 100 millones de euros. Además, Trabajo tendría que destinar una cantidad similar para consolidar la citada subida en 2011, con lo que la cifra total se situará entre 190 y 200 millones por décima.
Transporte y hostelería
Según los datos publicados por el INE, la inflación subyacente (aquella que no incluye los precios de los productos energéticos ni de los alimentos no elaborados) aumentó una décima en septiembre, hasta el 1,1%. Además del final de las rebajas, Estadística atribuyó este alza de la inflación el mes pasado a un encarecimiento de los carburantes (que contrasta con el descenso que protagonizaron un año antes). Ese repunte tuvo su traslación en la rúbrica del transporte. En tasa internanual se incrementó un 6,8%, más de un punto y medio por encima del valor registrado en agosto. También, contribuyeron al alza general de los precios, los hoteles, cafés y restaurantes, que se encarecieron de media un 1,5% el mes pasado en tasa anual, tres décimas más que en agosto. Otra de las rúbricas que más subió fue la de vivienda, influida por el coste del petróleo y su traslado al gasóleo de calefacción.
El secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, estimó ayer que la inflación se mantendrá en torno al 2% de aquí a final de año. Por otra parte, indicó que la subida del IVA de julio ya se ha trasladado entre el 50% y el 60% al IPC. Así, Campa señaló que se cumplen las previsiones de Economía, que esperaba que el incremento del IVA, del 16% al 18% en el tipo general, tuviera un "mayor impacto" en los primeros meses. Por su parte, la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) prevé que el IPC se sitúe a finales de año entre el 2,3% y el 2,4% dependiendo del precio del crudo.
Cláusulas revisión
UGT insistió ayer en la necesidad de firmar cláusulas de revisión salarial en todos los convenios colectivos "como garantía básica" del mantenimiento del poder adquisitivo de los trabajadores. El sindicato reaccionó así tras conocer el dato del IPC. Para UGT mantener el poder adquisitivo permitirá la recuperación del consumo y de la actividad. Exigió una política que anteponga retornar al crecimiento.