Uno de cada tres exportadores baja márgenes para no perder mercado
Una de cada tres empresas ha optado por reducir sus márgenes de beneficios para mantener así su cuota exportadora en el tercer trimestre del año. El encarecimiento de las materias primas y la apreciación del euro representan el principal escollo a la exportación.
El Indicador Sintético de Actividad Exportadora (ISAE) que elabora el Ministerio de Industria refleja las dificultades por las que atraviesan las empresas exportadoras. En primer lugar, las compañías argumentan que el precio de las materias primas, y especialmente del petróleo, está dificultando su actividad exportadora. Ante esta situación, el 31% de las compañías reduce sus márgenes para no perder competitividad.
Desde que el barril de Brent marcó su mínimo en el año en mayo -cayó hasta los 69,55 dólares-, el petróleo se ha encarecido un 21,5% y se mantiene por encima de los 84 dólares. El indicador del Ministerio de Industria del tercer trimestre se elabora a partir de encuestas que se realizaron antes del rally alcista del euro. Sin embargo, actualmente, la apreciación de la moneda comunitaria supone uno de los principales lastres para las compañías exportadoras.
Recelo a la guerra de divisas
Industria resalta que la perspectiva de pedidos a tres y doce meses mejora
El presidente del Club de Exportadores, Balbino Prieto, sostiene que, de momento, la guerra de divisas -las políticas para mantener infravalorados artificialmente monedas como el yuan chino- aún no les perjudica. Aunque no tiene duda de que los efectos negativos empezarán a notarse en breve.
Sin embargo, Prieto recuerda que los riesgos derivados de la apreciación de la moneda única quedan mitigados en la medida que la zona euro es el principal mercado para las compañías exportadoras. El 56,1% de los productos españoles que se vendieron en el exterior hasta julio terminaron en mercados de la zona euro.
Otro 18,7% de las exportaciones tuvieron su destino en otros países de Europa que mantienen su propia moneda. En este caso, el encarecimiento de la moneda sí que supone un grave hándicap.
Respecto a la primera economía del mundo, Estados Unidos, España presenta un saldo comercial negativo de 1.589 millones. Una cifra que se podría ampliar se si la fortaleza del euro se mantiene. En cualquier caso, la apreciación de la moneda única afecta más a países como Alemania, cuya presencia en mercados de fuera de la zona euro es mayor que la de España.
Por otra parte, el Ministerio de Industria señala que el índice sintético -que refleja las previsiones exportadores de las compañías- se situó en el tercer trimestre sobre los 16,6 puntos, un valor 3,3 puntos inferior al tercer trimestre. Ello se debe a que la evolución de la cartera de pedidos de exportación empeoró entre julio y septiembre. Un 36% de las compañías aumentó sus pedidos en el tercer trimestre frente al 40% del periodo anterior.
Sin embargo, el Ministerio de Industria resalta que las perspectivas a tres y doce meses han mejorado. Aunque debe recordarse que cuando se realizó el índice aún no había empezado la guerra de divisas.
Entre los factores positivos para la actividad exportadora, las empresas citan en primer lugar la buena evolución de la demanda externa. La recuperación económica en países como Alemania -que acumula el 10% de las exportaciones económicas- supone un acicate para la economía española.
Asia, el mercado pendiente
La estadística del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo refleja el peso residual que tienen grandes mercados como el chino o el indio entre las exportaciones españolas. España vendió entre enero y julio de este año productos al mercado asiático por un importe de 8.174 millones mientras que importó mercancías por valor de 26.059 millones. Ello arroja un saldo comercial negativo cercano a los 18.000 millones de euros.En este sentido, medidas como la del Gobierno chino -que aplica políticas para depreciar su moneda- dificultan todavía más la llegada de productos españoles.Para Balbino Prieto, presidente del Club de Exportadores, España precisa de forma urgente cambiar esta situación y reforzar los intercambios comerciales con los países asiáticos. "Debemos aunar esfuerzos para elevar la presencia española en Asia", apuntó. Y más en un momento en que buena parte del crecimiento mundial se originará en esa zona. Por ello, Prieto confía en que la presencia de grandes empresas españolas en países como China o India provoque un "efecto arrastre" para otras empresas de menor tamaño. "Además de las exportaciones deben aumentar las inversiones en Asia", señala.