El fallido cambio de imagen de GAP
El grupo textil da marcha atrás y no sustituirá su logo tras las críticas recibidas en las redes sociales.
Hemos aprendido mucho en este proceso y tenemos claro que en este asunto no hemos actuado de forma correcta". Así asumía Marka Hansen, el presidente de GAP para la zona de América del Norte, el fallido cambio de imagen que ha tratado de poner en marcha la multinacional textil. Una renovación que, al menos hasta el momento, sólo ha provocado disgustos.
La rival californiana de Inditex ha comprobado en carne propia que las redes sociales pueden ser -y son- al mismo tiempo un aliado y un enemigo. Permiten tener contacto casi permanente con el público objetivo, pero también pueden convertir en pólvora mojada cualquier estrategia corporativa. Y con ello, dar al traste con multimillonarios presupuestos de marketing y publicidad. No en vano, el grupo estadounidense valora su propia marca en unos 4.000 millones de dólares (alrededor de 2.866 millones de euros).
La compañía textil, también propietaria de Banana Republic y Old Navy, anunció a bombo y platillo hace sólo una semana, con Facebook y Twitter como plataformas, que iba a renovar su imagen corporativa: abandonaba su tradicional logo azul con letras blancas por otro cuyas letras, negras y redondeadas, quedarían enmarcadas a la izquierda por un pequeño cuadrado azul. "Ha llegado el momento de cambiar, pero estamos abiertos a recibir propuestas", proponía GAP el pasado 4 de octubre a través de las redes sociales. Y los usuarios de Facebook y Twitter no tardaron en hacer públicas sus opiniones. Algunas muy críticas con los máximos responsables de GAP por tratar de poner en marcha un cambio, a juicio de muchos clientes, completamente innecesario. Otros simplemente consideran que el fallido logo era demasiado "simple" y "poco inspirado" para una empresa que debe tener el diseño como una de sus máximas prioridades.
Pero el traspié de GAP puede ir más lejos. Algunos internautas han puesto en marcha una web donde proponen crear el peor diseño de marca posible aprovechando los nuevos, pero nunca utilizados, caracteres de GAP. "¿Por qué pagar por un caro cambio de marca?", propone la web. "Hemos visto y escuchado todos los comentarios realizados la pasada semana y el respaldo al logo azul, así que decidimos recuperarlo", justificaba finalmente Hansen.
Rectificar antes de que sea tarde
Rectificar a tiempo un cambio que, a juicio de un gran número de sus potenciales clientes, no era necesario. Proponer a sus usuarios en Facebook y Twitter que valoraran su nuevo logo ha sido para GAP un arma de doble filo. Por un lado, ha sido un duro varapalo publicitario que perjudica la imagen del tercer grupo textil del mundo, por detrás del español Inditex y del sueco H&M. Pero el perjuicio podría haber sido mucho mayor. GAP ha podido rectificar a tiempo y posponer su cambio al momento adecuado, ahorrándose además la elevada inversión necesaria para renovar sus tiendas. "Habrá un tiempo para cambiar el logo y cuando llegue lo gestionaremos de forma diferente", explicaba el máximo responsable de la GAP para América del Norte. El primer paso en el fallido cambio fue su web, donde ya ha vuelto al logo original. Precisamente, GAP ha acelerado su expansión online. Con ella desembarcará en España en los próximos meses.