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Tribuna
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Al rescate económico

El cierre de cientos de empresas, pérdidas billonarias en Bolsa y despidos masivos. Este fue el resultado de la explosión de la burbuja de las puntocom que condujo a una de las caídas en Bolsa más espectaculares de las últimas décadas sumiendo la economía internacional en una profunda crisis. Una década más tarde, paradójicamente las empresas víctimas de la nueva crisis económica, derivada de la burbuja financiera e inmobiliaria, encuentran en internet una tabla de salvación.

Aquella prometedora Nueva economía -la que cambiaría las normas del mercado y establecería un nuevo sistema productivo-, frustró los intentos de los más atrevidos que veían en internet un sueño cumplido. Hoy, pasado el momento de gloria de las starts-up, la red no ceja y se reinventa con nuevas expectativas al alcance de nuestra mano.

Internet se ha convertido en un verdadero flotador en tiempos de crisis, nos libera de las estrictas normas que impone el mercado, y vuelve con fuerza para ofrecernos nuevas e innovadoras vías de expansión unidas a un sinfín de oportunidades e iniciativas. Lejos de lanzarse con el paradigma tradicional de negocio, internet ofrece la posibilidad de emprender nuevas vías comerciales con muy pocos recursos y a un bajo coste. Las nuevas tecnologías no sólo invitan a los emprendedores a formar parte de la red, sino que permiten ajustar infraestructuras, equipos e inversiones en favor del beneficio global de esta resucitada economía.

Nuevos modelos que ponen a disposición de los empresarios mercados globales con nuevos canales de distribución que permiten el acceso a productos y servicios desde cualquier parte del planeta. La relación entre cliente, empresa y proveedores se simplifica de manera exponencial, y conduce a una interacción entre las partes con una mayor productividad y un importante ahorro en costes operativos.

Las empresas tradicionales no quedan ajenas al entramado web. Pueden utilizarlo como el complemento perfecto en la Administración de sus negocios, en tareas de comercialización y en acciones de marketing facilitándole una mayor proyección empresarial. El mayor desafío pasará por incorporar de manera integral el cloud computing a los sistemas de negocio para una futura mejora en calidad y costes, pero para eso podrán pasar otros diez años.

Las empresas basadas en internet cuya valoración en la época del boom se realizaba en función de expectativas, actualmente han pasado a valorarse por realidades, porque son empresas que facturan, dan beneficios y producen puestos de trabajos como pocos otros sectores.

Yago Arbeloa. Director ejecutivo de Sync

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