Ganadores y perdedores de la reforma de pensiones
La prestación podría recortarse entre un 4% y un 16%.
Calcular la pensión de jubilación como se hace ahora sobre los últimos quince años cotizados tiene los días contados. Eso es lo único que parece reunir consenso generalizado entre los expertos y actores de la reforma de las pensiones. Ahora sólo queda definir la fórmula: ampliar el periodo a 20 años -como propone el Gobierno; a entre 25 o 30 años; o a toda la vida laboral.
Independientemente de como resulte esta medida, habrá claros ganadores y perdedores. En términos generales, cualquier ampliación del número de años que se toman para calcular la pensión beneficiará a quienes sean expulsados del mercado laboral a partir de los 50 años y hasta entonces estuvieran cotizando en los tramos más altos de la base de cotización. Los trabajadores que saldrán perdiendo pertenecen básicamente a dos colectivos: aquellos, por lo general más cualificados, que fueron subiendo su base de cotización progresivamente, dando el salto a la base máxima durante los últimos quince años; y los autónomos que pueden planificar su pensión pública elevando su base antes de los 48 años (a partir de los 44 años desde 2011).
Un ejemplo es el usado por el grupo de los 100 Economistas (ver tabla), donde ahora, una persona que haya cotizado desde los 16 años y por la base máxima hasta los 50 años y es despedida a esa edad cobrará una pensión cercana a la mínima; mientras que una autónomo que cotice por la base mínima de ese régimen hasta los 48 años (hasta los 44 años a partir de 2011) y empiece a cotizar por la máxima a esa edad, conseguirá una pensión cercana a la máxima. Elevando el periodo de cálculo a 30 años, el asalariado superaría la pensión del autónomo. Pero dicho esto ¿cómo afectará a los asalariados en general? En este punto no hay consenso pero si unos cuantos estudios y cálculos. Así, una simulación hecha por el profesor de Sociología de la Universidad Autónoma de Madrid, Antonio Antón, y publicada por CC OO evalúa una ampliación de este periodo de 15 a 25 años. Toma un salario medio de un trabajador de entre 35 y 39 años de 20.964 euros; que se eleva a 25.469 cuando ese trabajador tiene entre 55 y 59 años. El aumento del periodo de cálculo en diez años supondría, según sus cálculos, un recorte del 5%. Si en ese mismo caso se amplía a toda la vida laboral, la disminución de la pensión superaría el 16%.
Otro estudio, elaborado por Labour Asociados y financiado por el Ministerio de Trabajo, usa como base la Muestra Continua de Vidas Laborales. Según esta estimación, si toman los últimos 20 años, se cobraría una pensión alrededor de un 5% inferior a la actual.
Los autores de este estudio precisan que si se ampliara a más años, sin exigir más de 35 años para cobrar el 100% de la pensión, "esto daría lugar a una caída considerable de la pensión".
Por otro lado, el ex presidente del Gobierno Felipe González avaló el viernes que se amplíe la edad de jubilación como propone el Ejecutivo, para paliar los efectos del envejecimiento de la población sobre los ingresos de la Seguridad Social.