La nueva ley de secreto bancario de Suiza, en vigor
La nueva normativa suiza reguladora del secreto bancario, que niega la cooperación fiscal con los países que reclamen datos bancarios basando su petición en informaciones robadas, entró el pasado viernes en vigor después de su aprobación por el Gobierno suizo hace un mes.
La ordenanza, que deberá ser reemplazada por una ley, define las condiciones de la asistencia administrativa en materia de fraude y evasión fiscal de acuerdo a las convenciones de doble imposición que se revisaron con varias decenas de países para adaptarlas a los estándares de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Así, cuando un país solicite a Suiza la transmisión de datos bancarios por sospechas de fraude o evasión, se procederá a un examen preliminar que determinará si el país alpino aprueba o niega su colaboración.
La decisión se basará en si la petición respeta el principio de "buena fe", es decir, si se basa en informaciones obtenidas de forma lícita, en cuyo caso Suiza exigirá que se ofrezcan datos precisos para identificar a los presuntos evasores fiscales.