Y los sueños, cine son
Son buenos los sueños para la economía? Por supuesto, y como diría un clásico, depende. Hay sueños que incitan al trabajo, marcan un horizonte al que encaminar los pasos y por el que trabajar con ilusión y firmeza. Y hay sueños que llaman al sueño, que incitan a desviar todas las energías a tareas improductivas, como si concentrarnos en desear que nos toque la lotería y en planificar el destino del premio aumentase la probabilidad de que nos llegue.
El anuncio de la Paramount de que contempla la posibilidad de franquiciar una sede en la región de Murcia es un buen ejemplo de un sueño que puede derivar en cualquiera de estas dos modalidades. El Gobierno regional es perfectamente consciente del poder de lo emocional frente a lo racional, y lleva años alentando sueños; puestos a soñar, evidentemente tiene más poder una escudería de Fórmula 1, una ciudad de contenidos digitales o unos estudios de cine (obsérvese el papel de las tres principales industrias mundiales del ocio) que una fábrica o unos terrenales laboratorios, y esa apuesta onírica no se debilita, sino todo lo contrario, ante una cruda realidad que muestra a la región de Murcia como la de mayor crecimiento del paro en estos tres años, más del doble que la media nacional, y seguidos de cerca por otros magos como los gobernantes de nuestra vecina Comunidad Valenciana.
La cuestión que más me preocupa no es la probabilidad de éxito del proyecto o sus costes para la región, porque todo ello se irá concretando, sino el efecto inmediato del propio anuncio en un momento económico como el actual. Es cierto que las expectativas de rentabilidad son dudosas en un mercado en el que sólo el primero en llegar obtiene beneficios y las otras tres grandes instalaciones acumulan fuertes pérdidas, como quedó claro en un reciente reportaje de Cinco Días. De todas formas, siempre hay lugar para un proyecto bien diseñado. Y, por supuesto, siempre hay intermediarios interesados en obtener un buen beneficio por ofrecer el contacto, la ubicación, o la gestión del proyecto.
Si el Gobierno de la región de Murcia lleva tiempo demostrando que no tiene una estrategia turística digna de tal nombre, ahora tiene la oportunidad de construirla o de seguir especulando con el futuro de nuestra comunidad autónoma. En España tradujimos el benedictino ora et labora por el más castizo a Dios rogando y con el mazo dando, como una acertada expresión de la necesidad de conjugar las esperanzas con el mérito para lograrlas. Por el contrario, y siguiendo con los tópicos, el PP parece haber concluido que si no es capaz de trabajar por el pan de sus conciudadanos, debe esmerarse en conseguir dos raciones de circo.
Creo que la cuestión tiene relevancia nacional, no sólo por la dimensión cuantitativa del proyecto (por supuesto todavía desconocida, a pesar de que hace meses que se barajan cifras de empleo desde el PP), sino por lo que tiene de ejemplarizante respecto al papel de este tipo de proyectos, de los que podemos encontrar varios ejemplos en el territorio nacional.
España se ha beneficiado en el pasado reciente de dos grandes impulsos provenientes de la Unión Europa y, en cierta forma, ajenos a nuestro esfuerzo: los diversos fondos que han financiado el desarrollo de nuestras infraestructuras públicas, y la integración financiera que puso a disposición del sector privado financiación abundante y barata. Si hemos exprimido todas las ventajas que ambas oportunidades nos han ofrecido es una interesante cuestión que deberíamos plantearnos.
Como no es probable que shocks similares se repitan en el futuro, conviene mentalizarse de que, como se titula el magnífico blog de Fedea, "nada es gratis". Es más, aunque existan regalos caídos del cielo (y los dos ejemplos europeos no lo son estrictamente), lo mejor que se puede hacer es trabajar duro en estrategias de medio y largo plazo que potencien nuestras propias capacidades.
¿Y cómo acaba el cuento? Es pronto para saberlo. Aunque, a pesar de las lógicas dudas que albergamos con respecto al final feliz del proyecto, desde el PSRM-PSOE lo vamos a apoyar. La clave, mientras tanto, es si las fuerzas especulativas que el anuncio ha desatado y la expectación que lo rodea no serán perjudiciales para la capacidad de la región de enfrentar a los enormes retos de su futuro más próximo.
Pedro Saura. Profesor de Fundamentos del Análisis Económico de la Universidad de Murcia y secretario general del PSOE en Murcia