El teléfono fijo resiste en los hogares españoles
Ocho de cada diez hogares españoles sigue enganchado al fijo, según los datos de la encuesta del INE. La cifra es la misma que en 2009. Ni la crisis ni el móvil han podido con la forma más tradicional de comunicarse.
Cada nuevo adelanto amenaza con acabar con su predecesor, pero en pocos casos lo consigue. Igual que la televisión no ha matado a la radio ni el cine al teatro, el teléfono fijo se mantiene como un elemento al que pocos hogares quieren renunciar. Y eso que las amenazas vienen por dos frentes. El primero es el teléfono móvil. El segundo, más reciente, la crisis.
La encuesta que hace cada año el Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre equipamiento en el hogar demuestra que la fórmula más tradicional de comunicarse sigue siendo un básico de las viviendas. Es cierto que hay un 19% de hogares que ha renunciado al fijo y donde sólo hay móvil, pero este porcentaje es el mismo que en 2009. La telefonía celular, por tanto, no avanza posiciones y lo llamativo es que no lo hace en plena crisis, cuando las familias se han ajustado el cinturón y podrían haberse ahorrado el coste duplicado de tener dos teléfonos en el hogar, el tradicional y el móvil.
Una de las explicaciones es que muchas conexiones están ligadas a la banda ancha. Para tener ADSL o cable algunas empresas exigen una línea de telefonía fija, aunque cada vez es más posible disociarlo. Y el avance de la banda ancha es inexorable. En 2010, el 57,4% de los hogares tenía ya banda ancha, seis puntos más que un año antes.
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