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Reunión con la prensa

Sánchez Galán pide una solución social para la minería sin dañar al resto del sector

El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha abogado por la necesidad de buscar una solución al aspecto "social" del problema de la minería en España y por que esa solución no dañe al resto del sector energético.

La Comisión Europea (CE) dio hoy su visto bueno definitivo al real decreto español que autoriza la concesión hasta el 31 de diciembre de 2014 de compensaciones a las compañías eléctricas que utilicen carbón autóctono para su producción.

"Por un tema social se está encareciendo un producto energético y distorsionando el mercado, y, aún así, no se está resolviendo el problema", aseguró el presidente de Iberdrola durante una reunión con la prensa en Boston (Massachusetts) al presentar en EE UU varios proyectos de una inversión conjunta de más de 1.500 millones de dólares y después de aclarar que su empresa tiene pocos activos en ese sector.

En su opinión, la polémica radica en que se están "mezclando dos partes: la social y la energética" y urgió a que "alguien tome una decisión".

Sánchez Galán hizo referencia a unos cálculos publicados en la prensa española recientemente que apuntaban a que el sector del carbón emplea a 7.000 personas en todo el país y cuesta a los españoles unos 2.000 millones de euros.

Ello quiere decir "cada empleado en la industria del carbón supone unos 300.000 euros", por lo que, en su opinión, se debe encontrar una solución social para esos trabajadores, a los que comparó con los de la siderurgia naval.

"¿Qué hubiera sido de España si hubiéramos seguido manteniendo artificialmente aquella siderurgia obsoleta que teníamos en la margen izquierda del Nervión y aquellos astilleros que no podían competir en los costes laborales con Corea u otros países emergentes?", se preguntó Sánchez Galán.

En ese sentido, quien en su día se encargara -según dijo- de "poner a los trabajadores de Euskalduna y La Naval de Bilbao a hacer turbinas de aviones, aunque no habían visto un titanio en su vida", apuntó que "el país tiene una obligación social con esos trabajadores, como la tuvo con los del sector naval".

Una referencia similar hizo con el sector siderúrgico al señalar que, sin las decisiones tomadas antaño, "ahora no habría una siderurgia integral que compite en el mundo", e insistió en que la verdadera cuestión es que "no se quiere encarar el problema social", que "no se debe mezclar con la energía, porque eso sólo quita competitividad al resto del sector energético".

Ese sobrecoste que en su opinión tiene mantener los empleos de la minería se está trasladando al déficit que mantiene el sector energético y que "nos está haciendo perder oportunidades para hacer cosas en otros países que serían muy útiles para toda la industria auxiliar eléctrica española en este momento".

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