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Columna
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El fiasco de Unicredit

El fiasco de la directiva de Unicredit es peor que el de HSBC. La gobernanza del banco italiano es más complicada y la destitución de su consejero delegado es más dramática que la de su homólogo del Reino Unido. Encontrar a un nuevo consejero delegado que haga frente a los políticos nacionales y locales será un enorme reto.

Alessandro Profumo, ex consejero delegado, estaba lejos de ser perfecto. Su expansión por Europa del Este a través de la fusión con HVB fue un valor destructivo. Pero los inversores internacionales lo vieron como un baluarte entre el funcionamiento eficaz del banco y el nido de víboras en la retorcida política italiana.

Profumo mantuvo a flote, en gran medida, las fundaciones locales, que forman una gran parte de la base de los accionistas y de la directiva. También logró que la mayoría de las discusiones de acuerdos turbios se celebraran fuera de Roma, aunque borró de los registros su ayuda a Cesare Geronzi, un bróker poderoso de la vieja escuela, para conseguir la presidencia de Mediobanca, como un pago por su ayuda para hacerse cargo de Capitalia, otro banco italiano.

Unicredit es una entidad de importancia sistémica, no sólo para Italia, sino también para Europa. Como era de esperar, el Banco de Italia ha dicho que la junta necesita conseguir un candidato fuerte con rapidez. Pero esto es más fácil decirlo que hacerlo. Los candidatos externos que se barajan hasta ahora no son convincentes. Vittorio Grilli, jefe del Tesoro italiano, es un alto funcionario pero no un banquero. Mario Greco, consejero delegado de General Life, es un experto en seguros y tampoco es banquero. Andrea Orcel es una gran operadora del banco de inversión Bank of America Merrill Lynch, no de la banca privada. Matteo Arpe, consejero delegado de Capitalia, es un banquero pero no cae simpático todos. También hay candidatos internos. Profumo sugirió cuatro, pero el que sea nombrado tendrá que afrontar las limitaciones de las bases, la política italiana y mantener el liderazgo de la entidad.

Por Hugo Dixon

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