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Toni Ferrer. Secretario de Acción Sindical de UGT

"La huelga es la mejor inversión para proteger el empleo"

El número dos de UGT asegura que el 29-S tendrá un éxito masivo. Cree que este paro es la mejor inversión de futuro para el trabajador porque servirá para cambiar la reforma laboral y frenar recortes en pensiones, convenios y desempleo. Por ello, descarta una segunda huelga general.

"La huelga es la mejor inversión para proteger el empleo"
"La huelga es la mejor inversión para proteger el empleo"

Ahora mismo, Toni Ferrer (La Nucia, Alicante, 1954) es el negociador del diálogo social más antiguo o, si se quiere, el que tiene más experiencia. Desde la dirección de la Secretaría de Acción Sindical de UGT ha cocinado las reformas laborales de los últimos quince años y no duda lo más mínimo en asegurar que los cambios decretados por el Gobierno de Rodríguez Zapatero "son los más lesivos para los derechos de los trabajadores".

Parece que los sindicatos no temen las numerosas encuestas que apuntan al fracaso del 29-S...

Si nos retrotraemos a las huelgas de 1988, 1994 y 2002, se están repitiendo los mismos sondeos y aquellos paros fueron un éxito. Estas encuestas tienen tres coincidencias con las de esos años: el 60% de los trabajadores ve la huelga justificada; uno de cada tres asalariados ha decidido ya hacer el paro, y la desinformación sobre los motivos se acaba de levantar estos últimos días. Creemos que la respuesta será masiva.

Entonces, ¿el paro hará cambiar la política económica?

El uso de la huelga es un debate viejo. Tras el 14-D en 1988 se dijo que España iba a argentinizarse. Y no. En este país las huelgas tienen tanta fuerza que sirven para mucho tiempo. De hecho, son la mejor inversión de futuro, con un día de salario, proteges el salario de todos los días, de tus condiciones de trabajo y de tu futura pensión.

Supongamos que la huelga es un éxito, ¿les llamará Zapatero?

Las cosas son más complicadas. Zapatero se ha metido en una vía que tiene dificultades de recuperar una cierta inteligencia en cómo reorientar la política económica. Todas sus manifestaciones abundan en la idea de mantenerla y no enmendarla. Pero no es nuevo. Pasó igual en 2002, cuando el Gobierno negó la huelga y la calificó de fracaso, y tardaron cinco meses en rectificar. De diez medidas que tenía el decretazo enmendaron nueve.

En el caso de que el Gobierno esté dispuesto a rectificar la reforma, ¿qué cambios serían los prioritarios?

Primero tienen que asumir públicamente que quieren restablecer los derechos lesionados. Esto no es un tema de talante de Zapatero. Lo primero que hay que remediar es una ausencia: hacer un verdadero programa de políticas activas de empleo, y vamos a destinar más dinero a estas materias. Después es esencial reducir la temporalidad, que han tocado dos cositas que incluso pueden tener efectos contrarios. Y, por supuesto, cambiar el tema del despido objetivo, que aceptando disminución o perspectivas de pérdidas, pues ya lo tienes todo para abaratarlo. Hay que tocarlo todo.

Haya o no cambios en la reforma laboral, ¿han terminado los recortes?

No. Hay tres claras amenazas: la reforma de las pensiones, la de la negociación colectiva y una velada sobre la protección por desempleo. No creo que lleguen a recortar la prestación contributiva, pero es seguro que hay sectores del Gobierno que lo han barajado.

¿Qué esperan en cada uno de estos campos?

En materia de convenios, la reforma laboral obliga al Gobierno a presentar una reforma en breve, a pesar de que estamos intentando hablar de ello con CEOE, que, dicho sea de paso, no quiere negociar. Es la primera vez en democracia que se pone plazo para esto. Veremos qué hace el Gobierno, que está metido en un verdadero follón, porque ¿qué reforma va a hacer en contra de patronal y sindicatos?

En cuanto a las pensiones, rechazamos frontalmente el retraso de la edad de jubilación a 67 años como propone Trabajo. Creemos que hay otro tipo de políticas alternativas a revisar el gasto, que es lo único que plantea el Ejecutivo. Habría que hablar de aumentar los ingresos, vía impuestos o tasas. O el mejor cauce: el empleo.

P. De materializarse alguna de estas tres amenazas, ¿qué van a hacer los sindicatos si ya han quemado el cartucho de la huelga general? ¿Se plantean una segunda como hace Francia?

No. No vamos a hacer otra huelga general. La razón es que el 29-S tiene un carácter reactivo a la reforma laboral, pero también uno proactivo, para frenar las futuras agresiones sociales. El día 29 va a determinar un cambio cualitativo y democrático. Va a haber un antes y un después. El Gobierno y los grupos parlamentarios van a tener que cambiar sus propuestas en pensiones y convenios.

"La CEOE ya no es un interlocutor, es un lobby"

Los sindicatos mantienen abierta en estos momentos una negociación con la patronal CEOE sobre la reforma de la negociación colectiva. Sin embargo, Toni Ferrer tiene grandes dudas acerca de la verdadera intención de los empresarios para hablar de esta reforma. "No quieren negociar. No es posible que les envíes un documento en mayo, se lo vuelvas a mandar en junio y, después, que tengamos que pedirle reuniones por escrito. Es que es una situación en las relaciones interconfederales entre patronal y sindicatos que no se ha dado nunca. Y he vivido momentos en los que se ha dado un rejón de muerte al diálogo social o grandes broncas, pero siempre había habido un campo compartido. Ahora no. No sabemos ni si quieren reformar la negociación colectiva, cargársela o solo hacer una política clientelar".Así, Ferrer es escéptico en cuanto a la intención de CEOE de retomar la negociación de los convenios en octubre. De no ser así, el Gobierno estará obligado a presentar una reforma en tres meses. En este sentido, advierte que "Aznar y Rato ya intentaron en 2001 imponer una reforma de los convenios y les salió mal. Pero, claro, la CEOE actual no es la de aquellos años. Aquella patronal era un interlocutor y ahora es un lobby".El número dos de UGT -que no quiere sustraer la responsabilidad sindical en el fracaso del diálogo social- entiende que CEOE "se ha instalado en una posición maximalista porque el giro de la política económica que dio el Gobierno en mayo les genera beneficios. Así ha sido en la reforma laboral y ahora esperan que siga igual", concluye.

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