El estímulo pendiente de la Fed
Los norteamericanos, muy ordenados en asuntos económicos, reúnen un comité para declarar oficialmente el estado de su economía. En este caso, lo hace un comité especial del National Bureau of Economic Research (NBER). En reunión telefónica, declararon el pasado domingo que fue en junio de 2009 cuando finalizó la recesión iniciada en diciembre de 2007. Son 18 meses oficiales de contracción, el periodo más largo desde la II Guerra Mundial. Aunque por sólo dos meses. Formalmente, cualquier otro periodo de contracción que pudiese registrarse sería considerado una nueva recesión, y no la continuación de la anterior.
Según sus datos, EE UU está cerca de completar tres años sin que el valor real de su PIB alcance el nivel previo a la crisis, a pesar de haber abandonado oficialmente la recesión. Son más pobres, pero han dejado de empobrecerse más, por el momento. Los profesores del comité se molestan en señalar que certificar el final de la recesión no significa que desde junio de 2009 las condiciones económicas sean favorables. Buena advertencia.
¿Y esto para qué vale? No para mucho, la verdad, pero al menos nos pone ante un imaginario mapa del tipo de recuperación de la que ha gozado el que hasta la fecha ha sido el primero de la clase. Seguramente se deba a semejante tipo de cálculos el que recientemente el ministro de Finanzas alemán señalase que su economía no había salido todavía de la crisis. ¡Y eso que se espera que el crecimiento alemán supere el 3% de promedio en 2010! ¡Y le ponen peros!
De periodos recesivos se ha salido por distintas vías, pero ahora ¿cuánta y a quién le queda gasolina? Por lo pronto, la Fed continúa con su programa de estímulos. En mi modesta opinión, no serán tan arrojados como el mercado descuenta y eso provocará que las Bolsas corrijan.
José Manuel Pazos. Socio director de Omega IGF