La tarifa eléctrica debe subir un 5,6% tras el resultado de la subasta Cesur
De la subasta de electricidad a la que acudieron ayer las comercializadoras que suministran a tarifa a los 22 millones de consumidores domésticos en el último trimestre se deriva una subida de la luz del 5,6% en octubre. Esto es así, teniendo en cuenta que Industria ha propuesto congelar el otro componente del precio final, la tarifa de acceso.
Con una gran expectación, el operador del mercado eléctrico, Omel, celebró ayer una nueva subasta Cesur en la que las comercializadoras de último recurso (las que venden a tarifa a los consumidores domésticos) adquirieron a plazo la energía que suministrarán en los próximos tres meses. Como es habitual, se subastaron dos productos: el base, que cerró a un precio de 46,94 euros/MWh, y el punta, a 53 euros/MWh. En su conjunto, estos precios supusieron un incremento del 11% respecto a los de la última subasta celebrada a finales de junio y el Gobierno deberá trasladarlo, por imperativo legal, a la tarifa de último recurso (TUR) que será revisada el 1 de octubre.
Sin embargo, teniendo en cuenta que el precio de la luz lo componen dos tarifas (la TUR, o el precio de la subasta, y la tarifa de acceso a las redes, más discrecional para el Gobierno) y que a ambas se les aplica una fórmula de ponderación, la subida final no será de 11%, sino del 5,6%. Y, salvo que el Gobierno incumpla la propuesta que ha remitido a la Comisión de la Energía de congelar la tarifa de acceso en octubre, el 5,6% sería la subida que deberá aplicar el día 1.
En cualquier caso, ya en junio, tras conocer el resultado de la subasta Cesur, decidió bajar un 3% las tarifas de acceso, en lugar de subirla el 10% que había propuesto al regulador, para lograr una subida cero. Aquella decisión se justificó con el anuncio de un pacto energético con el Partido Popular, para revisar los costes del sistema, del que no se ha vuelto a tener noticias.
Las bajadas de las tarifas de acceso resultan contradictorias, según distintas fuentes empresariales, con los objetivos del Gobierno de reducir el déficit de tarifa (17.624 millones, según el folleto para su titulización) y de fomentar las energías renovables, cuyas primas superarían este año los 6.800 millones de euros, según la CNE. Y es que ambas partidas son financiadas a través de la de acceso.
La CNE ha sido muy crítica con el sistema de subastas Cesur, y ha llegado a denunciar que en los días previos a las pujas se suelen producir fuertes subidas de precios en el mercado mayorista. En la última semana esta subida ha sido de unos 9 euros MWh (ver gráfico). También la CNMV, a petición del regulador energético, ha tomado cartas en el asunto, al reclamar un control conjunto sobre los mercados financieros internacionales que influyen en el precio de la energía.
Además, con el anterior sistema de tarifa integral, que desapareció en julio del año pasado, si el precio de la energía que se fijaba en la tarifa era inferior, la diferencia se destinaba a recortar el déficit de tarifas, mientras que con el nuevo sistema de último recurso, si el precio al que después compran las comercializadoras resulta inferior al de la subasta virtual, el margen se lo queda la empresa.
Bien es cierto también que a precios de la energía más elevados, las primas que hay que pagar a las energías renovables se reducen, porque éstas compensan su precio regulado con los precios del mercado y no necesitan primas.