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Las asambleas dan el sí a la fusión virtual

El nuevo grupo de Caja Madrid y Bancaja defiende su carácter social

Las asambleas de Caja Madrid, Bancaja y otras cinco pequeñas cajas aprobaron ayer la creación de una fusión virtual que dará lugar al primer grupo financiero español. El presidente de la primera, Rodrigo Rato, defendió el carácter social y fundacional de la nueva entidad.

El nuevo grupo de Caja Madrid y Bancaja defiende su carácter social
El nuevo grupo de Caja Madrid y Bancaja defiende su carácter socialCINCO DÍAS

El mayor grupo financiero español en banca comercial y banca de empresas vio ayer la luz. Las asambleas de Caja Madrid, Bancaja, Caixa Laietana, Insular de Canarias, Caja Ávila, Caja Segovia y Caja Rioja dieron ayer su visto bueno a la creación de una fusión virtual. El nuevo grupo tendrá 356.000 millones de euros de activos y rebasará a La Caixa y al grupo Santander en España.

El instrumento jurídico que utilizarán para unir sus fuerzas es la constitución de un sistema institucional de protección (SIP). La sociedad central de esta alianza será un banco, lo que ha levantado muchas suspicacias en el sector.

El presidente de Caja Madrid centró buena parte de su intervención ante la asamblea general -que ratificó la operación con un 98% de respaldo- en subrayar el carácter social del nuevo grupo.

"æpermil;ste no será un banco más, que sólo busque el beneficio de unos accionistas, ya que en este caso, sus accionistas somos las cajas y creemos en la importancia de los intereses colectivos para inspirar la actividad financiera", afirmó Rato.

Además, apuntó que al contar con estatuto de banco se "mejorará el acceso a los mercados de capitales", y así podrán conseguir sus objetivos de una forma más eficiente. "Vamos a tener una entidad más sólida, más grande, más eficiente y más diversificada", apuntó.

Reducción de dietas

Otro de los acuerdos adoptados ayer por la asamblea de Caja Madrid es la rebaja en un 5% de las dietas por asistencia que perciben los miembros de este órgano, de la comisión de control y del consejo de administración y sus comisiones delegadas.

Mientras tanto, José Luis Olivas, presidente de Bancaja, la otro socio de relevancia en la fusión, hizo hincapié en el éxito que ha tenido en otros países europeos fórmulas de colaboración similares.

Olivas explicó que en Austria, Holanda, Francia, Alemania e Italia se ha utilizado "un modelo mixto en el que las cajas no pierden su naturaleza, sino que integran su esfuerzo individual sobre algunas de las competencias operativas en una institución bancaria común, de la que se convierten en socios". El directivo puso como ejemplo a los grupos Rabobank (Holanda), Crédit Agricole y Banque Populaire (Francia) o Raiffesen Bank (Austria).

La asamblea de Bancaja aprobó la operación con un respaldo del 98,3%. Sólo hubo tres votos en contra de los 183 asambleístas presentes.

En el resto de entidades participantes en este proceso de concentración también se dieron altas tasas de apoyo.

En el caso de las dos cajas de Castilla y León, Segovia y Ávila, se superaron las incertidumbres surgidas por la obligación de superar el 80% de los votos introducida en una modificación reciente de la ley de cajas. En los dos casos aún necesitan el visto bueno del gobierno autonómico. El grupo encara ahora unos meses decisivos para concretar el acuerdo ratificado ayer.

El futuro banco común espera a sus 21 consejeros

El banco que se creará para dar forma al Sistema Institucional de Protección (SIP) contará con un consejo de administración que tendrá 12 cotizados asientos. Dos de ellos, al menos, tienen nombre ya adjudicado: Rodrigo Rato de presidente y José Luis Olivas de vicepresidente. A partir de ahí, se abre un periodo en el que de buen seguro habrá movimientos de todo tipo para lograr uno de los deseados puestosDe los 21 consejeros, 11 los nombrará Caja Madrid, seis Bancaja y los otros cuatro se repartirán entre las cinco cajas restantes y los posibles independientes que se puedan incluir en el órgano de gobierno.En esta primera etapa del SIP, y dado que al nuevo banco aún estará participado exclusivamente por las cajas, habrá que ver si se cede a la tentación de repetir el esquema de reparto de poder según el partido político que gobierna en la región de la caja.Sin embargo, en un futuro las cosas deberían cambiar. Primero porque la entidad cotizará en Bolsa, lo que lleva aparejado un cumplimiento de las normas de gobernanza que obligan a tener consejeros independientes. Paralelamente, la entrada de nuevos socios en el banco también modificará el reparto de fuerzas y podría cambiar la composición del consejo.El banco, en todo caso, no es el único lugar en el que hay puestos para repartir. La fusión, fría en el negocio bancario, será total en las participaciones industriales. La sociedad que agrupará la cartera también tendrá un consejo, en este caso, presidido por Olivas. Además también se podrán replantear los nombres de los que representan actualmente a las cajas en los consejos de las participadas y que, ahora, dependerán de la nueva sociedad.

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