"Habrá más de 100.000 unidades del Junior en 2014"
Pedro Bona acaba de ser elegido único representante español en el nuevo Consejo de Vigilancia de Opel. Una institución por la que pasarán todos los proyectos, las grandes inversiones, las reestructuraciones de plantilla y, en síntesis, el plan de futuro de la compañía.
Responsable de UGT en la planta de Figueruelas (Zaragoza), Pedro Bona ha sido uno de los artífices de la fórmula que ha conseguido evitar los despidos forzosos en el duro ajuste que la crisis económica ha impuesto en las fábricas de General Motors. Sobre ese importante logro, comienza a cimentarse el futuro.
En el acuerdo de reestructuración, los trabajadores aceptaron aportar un ahorro anual de 265 millones, de los que 28,5 millones corresponden a Figueruelas. ¿Qué va a hacerse con ese dinero?
"Hay garantías para los 265 millones que ahorrará la plantilla"
General Motors se ha comprometido a ingresar, el 1 de enero de cada año cubierto por ese ahorro, 265 millones en efectivo dentro de una cuenta fiduciaria a la que sólo tendrá acceso una persona independiente (en este caso, se trata de un abogado de una prestigiosa consultora), otra elegida en representación de la empresa y el presidente del comité reducido europeo.
¿Y en qué casos pueden sacar dinero de esa cuenta?
El destino será la aportación a proyectos concretos, entre los que destacan la financiación del Junior, el nuevo minicoche eléctrico, el nuevo Insignia o el futuro Combo. Cuando la empresa presente toda la documentación del nuevo modelo se retirará el 25%, durante el proceso de producción el 50% y, cuando se produzca el lanzamiento, el 25% restante. Estas garantías son mucho mejores que la compensación en acciones, porque en el caso de que se renuncie a fabricar un nuevo modelo, el dinero sigue en caja. Aunque, lógicamente, nuestro deseo es que esa cuenta se mueva, porque significará que las cosas van lo suficientemente bien como para lanzarse a producir un nuevo coche.
¿Habrá también algún reparto de beneficios?
El repartido de beneficios está ligado a la marcha del negocio. Si se cumplen las previsiones, en 2012, los trabajadores se verán compensados con un 3,75% del beneficio antes de impuestos. Y, en los cinco años siguientes de ganancias, ese porcentaje subirá hasta el 7,25%.
¿En qué nuevos proyectos está trabajando en estos momentos la empresa?
Los más cercanos son los nuevos Insignia y Corsa. Este último, en 2013, y con Figueruelas como protagonista. Pero lo más novedoso es el proyecto de que, en 2014, haya en el mercado más de 100.000 unidades del Junior, el nuevo minicoche eléctrico. Y nuestra fábrica es una de las principales candidatas para fabricarlo.
¿Cuáles son las previsiones de producción para la planta de Figueruelas?
Yo creo que pueden alcanzarse perfectamente los 400.000 coches en 2011. Quizá el año más difícil, sobre el papel, sea 2012, porque se dejarán de fabricar las 40.000 unidades que ahora hacemos del Combo. Será un año de transición porque en 2013 llega el nuevo Corsa y puede que también un nuevo Combo en 2014, además de lo que pueda llegar del Junior.
El relevo en la dirección supone una nueva etapa para Figueruelas. ¿Cómo valora la gestión del saliente Romuald Rytwinski?
Creo que ha sido una persona honesta, buen defensor de la planta en momentos decisivos. Además, venía de un marco de condiciones muy diferentes y se acomodó pronto a la situación de Figueruelas. La fábrica está hoy más segura que cuando asumió la dirección.