Triunfar en Estados Unidos para conquistar Europa
El US Open puede abrirle a Nadal el mercado europeo, el reino de Federer
El triunfo de Rafa Nadal en el US Open no sólo le consolida como número uno del mundo, ensanchando la brecha con su perseguidor (sus 12.025 puntos en la ATP casi duplican los 7.125 de Novak Djokovic, el contrincante del manacorí en la final de Nueva York y número dos del ranking), sino que le convierte a sus 24 años en el jugador más joven de la historia en conseguir los cuatro grandes.
Pero el indiscutible dominio mundial de Nadal en lo deportivo no tiene réplica directa en sus honorarios, al menos de momento. El salario de los tenistas se compone del dinero cosechado con los premios, pero sobre todo de los patrocinios.
En el primer capítulo, Roger Federer domina claramente en términos absolutos gracias a los cuatro años de ventaja que le lleva. Así, el suizo ha amasado unos 43 millones de euros desde que se estrenara en 1998, mientras que el español lleva unos 24 en sus ocho años en activo.
Nadal gusta en EE UU porque se valora mucho el esfuerzo y la superación
Según la lista que elabora la revista Forbes, Nadal es el tercer tenista mejor pagado del mundo, por detrás de Federer y de la rusa Maria Sharapova, que por otra parte no está ni entre las diez primeras del ranking femenino -actualmente ostenta el puesto número 15-.
"El US Open va a tener un gran impacto mediático para Nadal a nivel cuantitativo en su presencia en los medios", augura Sandalio Gómez, profesor del IESE y presidente del Centro CSBM (Center for Sport Business Management), si bien considera que es pronto para evaluar el impacto que tendrá dicha victoria en nuevos espónsores.
"En EE UU Nadal ya tiene una imagen tremenda. Es una sociedad que valora mucho el esfuerzo, la superación personal y la potencia", indica Gómez. En Europa, en cambio, y exceptuando España e Italia, Roger Federer es el preferido: evoca el estilo y la clase.
Las propias marcas que representan los dos colosos, y sobre todo su proyección internacional, hablan por sí mismas. "Nadal se centra en el mercado nacional: sólo protagoniza la campaña mundial de Kia Motors", destaca Javier Mancebo, de Havas Sports & Entertainment. En el resto de marcas (Banesto, Mapfre, Quely y Richard Mille) sus campañas no sobrepasan las fronteras. No es así en el caso de Federer, protagonista en todo el mundo de anuncios de Gillette, Wilson, Mercedes-Benz, Nike o Credit Suisse, entre otras. Los expertos coinciden en el global appeal de Federer, un hombre que ha ganado casi 60 torneos en 17 países durante más de una década y habla con fluidez inglés, francés y alemán.
Sin embargo, las tornas pueden cambiar. Ahora es Nadal quien acapara los éxitos, y eso acabará desbancando al suizo como objetivo predilecto de las marcas.
De los grandes valores a la publicidad
Rafa Nadal, igual que la selección española de fútbol, esgrimen públicamente el valor del esfuerzo, la constancia y el sacrificio como la piedra de toque de su éxito. Unos valores que muchas marcas, especialmente las deportivas, tratan de transmitir en sus campañas."Tras coronarse en Nueva York, Nadal dijo frases como 'nunca creí llegar hasta aquí', 'tengo que trabajar mucho para mejorar' o 'esta victoria es el fruto del trabajo de mucha gente'. Este tipo de mensaje cala en la gente y ayuda a que el triunfo deportivo tenga una mayor repercusión en la sociedad", opina Sandalio Gómez, presidente del Centro CSBM (Center for Sport Business Management).Otra cosa es que dichos valores y los personajes que los encarnan se traduzcan en contratos publicitarios. Javier Mancebo, director de investigación de Havas Sports & Management, pone el ejemplo de los campeones del mundo de fútbol. "Desde la final de Johanesburgo, sólo un jugador, David Villa, ha iniciado una campaña", en referencia a la marca de cosméticos Giorgi de la que el asturiano es imagen.
La cifra
15 es el puesto en el ranking femenino de Maria Sharapova, la tenista mejor pagada del mundo y a la que sólo supera Federer.