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Pequeños gigantes | Arehucas

Ron canario y líder

Es difícil encontrar en los tiempos que corren una empresa familiar con 125 años de vida. Gran Canaria cuenta con una: Arehucas. Establecida en 1884 como planta azucarera, es hoy el fabricante de la marca española de ron más conocida.

En 1884, el bisabuelo de Rafael Méndez, actual presidente de Arehucas, comenzaba a trabajar en una fábrica azucarera para la que montó toda la maquinaria. Con los años, contrató a un chico, que más tarde se convertiría en su yerno y que fue quien empezó a comprar acciones de la compañía que hoy es Arehucas y que sigue siendo cien por cien familiar.

La historia de esta empresa no ha estado exenta de vicisitudes, pero se ha sabido reponer y renovarse con productos y mercados nuevos. En 1920, Arehucas cesa su actividad como azucarera para pasar, en 1942, a fabricar componentes del alcohol hasta terminar produciendo ron, que es a lo que se dedican hoy en día. Desde entonces, mucho ha sido el camino recorrido hasta llegar a esa tercera generación que ya comienza a hacerse cargo de la compañía.

El mantenimiento de la calidad y el sabor de sus caldos y destilados han sido algunas de las constantes de la firma, según explica su máximo ejecutivo, Rafael Méndez, aunque cuando habla del secreto para que una empresa perdure tanto en el tiempo sin parar de crecer lo tiene claro: "Creo que el mayor acierto ha sido que el encargado de la empresa sea siempre alguien ajeno a la familia y, aunque al final termina formando parte de ella, es importante que mantenga esa independencia", matiza.

"Dicen que la transición de la segunda a la tercera generación es la más difícil, y es en la que estamos. Hemos cometido muchos aciertos y errores, pero creo que si hay algo que nos caracteriza y que nos hace mantener el empuje, es aprovechar lo bueno de ambas generaciones: la experiencia de la segunda y la innovación de la tercera. Creo que es la fórmula perfecta", asegura Méndez.

En la actualidad, Arehucas cuenta con una amplia gama de productos, que abarca desde los rones a los licores, después de que adquirieran Cocal, formada por la unión de pequeños licoreros canarios. Así, fabrican rones como el Carta de Oro, que es el más vendido, o el Capitán Kidd, de 20 años; o licores como el Banadrink, de plátano, o el licor de bienmesabe, un postre típico canario hecho de almendra, yema de huevo y miel que han convertido en bebida.

Tras su larga trayectoria, es en 1980 cuando consiguen el liderazgo en el mercado regional e intentan su expansión en el mercado peninsular, algo que comienza ahora a dar sus frutos después de que, hace diez años, constituyeran una exportadora. "Cuando decidimos dar el salto a la Península los mayores problemas estaban relacionados con el transporte, con lo que en 1999 determinamos montar una exportadora que nos ha permitido expandir nuestros mercados", asegura Méndez.

Fue esta iniciativa la que ha hecho posible aumentar en nueve años de 60.000 hasta 1,2 millones el número de botellas que venden en otras comunidades autónomas diferentes a la canaria. "Uno de los aciertos fue el establecer una nave de 5.000 metros cuadrados en Madrid aparte de los depósitos legales que tenemos en otras ciudades", explica el presidente de Arehucas. "Necesitábamos distribuidores que fueran capaces de asumir al menos un contenedor de producto y era muy complicado encontrarlos, puesto que la demanda aún era pequeña. La central en Madrid nos ha permitido almacenar el producto transportado y desde allí distribuirlo a toda la Península, abaratando costes".

Nuevos horizontes

El futuro pasa ahora por consolidar un salto aún mayor: la salida a otros países, algo en lo que ya tienen experiencia, puesto que desde hace unos diez años están llevando su producto a Holanda y Alemania, "aunque con cifras muy pequeñas". El hecho de que sean líderes absolutos en el mercado canario hace que tengan que fijarse nuevos objetivos no sólo para seguir creciendo, sino también para mantener la empresa en los niveles actuales, con 30 millones de facturación el pasado año.

"Francia es uno de nuestros nuevos clientes y tuvimos un proyecto con Corea que duró unos tres años y que terminó por la desaparición del distribuidor. Otro de los mercados interesantes es China y vamos a ver cómo se va comportando", remarca Rafael Méndez, quien tiene muy claro que el subsector del ron está formado por grandes multinacionales, lo que condiciona los objetivos. "No podemos olvidar y debemos tener muy claro que somos una empresa pequeña en medio de un mar de grandes compañías y que nuestras aspiraciones han de estar acordes a nuestro tamaño".

Otro de los aciertos de la firma ha sido saber adaptarse a los malos tiempos. Según comenta Rafael Méndez, las crisis generan unos comportamientos que muchas veces no esperas. A pesar de ser líderes en el mercado local, donde ya han tocado techo, durante el año pasado el consumo de ron creció en las zonas turísticas de las islas. "Esto es una muestra de que el canario no ha salido fuera, sino que se ha trasladado a las zonas más turísticas de sus islas, con lo que nosotros hemos notado en menor medida ese descenso del consumo", afirma, aunque están a la expectativa de lo que pueda ocurrir este año. "La moda de lo latino ha hecho que el ron sea la bebida que más crece en el mundo, pero, repito, nosotros somos una pequeña compañía entre muchas multinacionales", recalca.

En la actualidad, son 60 las personas que trabajan directamente en Arehucas, aunque los empleos indirectos elevan esta cifra considerablemente, puesto que hay que sumar, por ejemplo, todos los puestos de trabajo generados en la transformación agrícola, en el transporte, en la limpieza y en otros muchos servicios que tuvieron que ser externalizados con el crecimiento de la empresa.

El compromiso con el medio ambiente y la innovación han sido otros de los buques insignia para la adaptación a los nuevos tiempos, junto con las constantes inversiones que se hacen para la modernización de la fábrica.

Datos básicos

TrayectoríaArehucas comenzó su andadura hace dos siglos. Se constituyó en 1884 como planta azucarera. Desde entonces, y después de afrontar un cambio de actividad hacia la fabricación de ron, no han parado de crecer, tras incorporar a su gama la elaboración de licores diversos. Hoy es ya la tercera generación la que se ha hecho cargo de una empresa que tiene como meta el mercado exterior.FacturaciónLa firma facturó el pasado año unos 30 millones de euros. De ellos, una parte importante procede del negocio en el mercado peninsular, donde han incrementado sus ventas de 60.000 botellas en el año 2000 a 1,2 millones el pasado ejercicio. También han dado el salto a otros países, aunque con cifras mucho más modestas. Por contra, en el mercado local son líderes absolutos.EmpleoEn la actualidad, la compañía genera unos 60 empleos directos, a los que hay que sumar los indirectos en el sector agrícola, entre otros. Además de la fábrica en la localidad de Arucas (Gran Canaria), cuentan con una nave en Madrid desde la que distribuyen a toda la Península y depósitos fiscales en varias ciudades españolas, diseñados precisamente para facilitar la distribución a esos mercados.

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