El alza del yen y del franco suizo arruina a las hipotecas en divisas
El avance de estas monedas frente al euro dispara las deudas del cliente con el banco
El euríbor de agosto dejará la primera subida en la cuota mensual de las hipotecas en casi dos años. Será sólo un ligero encarecimiento para quien revise su préstamo con el dato de agosto, de apenas 7 euros al mes para una hipoteca media, aunque pone fin a un largo periodo de rebaja en las cuotas del que no se han beneficiado precisamente quienes contrataran una hipoteca en divisas en los últimos años.
La hipoteca en una divisa distinta al euro -en yenes o francos suizos, las monedas más habituales- ofrecía a los clientes la posibilidad de endeudarse en una economía con tipos de interés bajos y la promesa de un crédito menguante, menor a medida que se depreciara la moneda elegida. Pero la crisis financiera puso el mercado de divisas patas arriba y monedas que habían sido un valor seguro, libres de sobresaltos como el franco suizo, o tradicionalmente débiles por pertenecer a economías en permanente fase de recuperación, como el yen japonés, han variado su naturaleza.
El yen se ha apreciado el 23% en lo que va de año y en las últimas jornadas de agosto marcó máximos de quince años frente al dólar y cotiza a 108 yenes por euro, un nivel sin precedentes desde octubre de 2001. El franco suizo ha alcanzado recientemente niveles récord frente al euro, en las 1,28 unidades por cada moneda comunitaria
Una hipoteca en yenes por 180.000 euros contratada en 2006 soporta ahora un capital pendiente de 231.000 euros
La apreciación de ambas divisas responde a la búsqueda de activos de calidad por parte de los inversores. El mercado teme ahora por la debilidad de la economía estadounidense y la amenaza de una posible recesión, lo que ha propiciado el abandono del dólar hacia otras divisas. Y para quien tiene una hipoteca en divisas, estos movimientos se traducen en un aumento de las cuotas y el capital pendiente. Por ejemplo, quien contratara en 2006 -cuando la divisa nipona cotizaba en las 150 unidades por euro- una hipoteca en yenes por importe de 180.000 euros a 30 años se encuentra ahora, tras cuatro años pagando las letras religiosamente, con que el capital pendiente se ha disparado a 230.000 euros. El yen se ha apreciado en ese periodo el 40%, un encarecimiento que anula el resto de ventajas que podía ofrecer una hipoteca en divisas, como elmenor tipo de interés. Distinto es el caso de quien contratara esta hipoteca en años anteriores y tenga un préstamo demayor antigüedad. Así, una hipoteca en yenes suscrita en 2002 se benefició de la depreciación de la divisa de los años siguientes, en los que la misma cantidad de euros permitía amortizar deuda en yenes por mayor cuantía. Y a pesar de la apreciación posterior, se sigue beneficiando del bajo tipo de interés contratado en su día, demodo que el ahorro de interese -frente a una hipoteca en euros a interés variable- conseguido a lo largo de toda la vida del crédito junto al efecto de la depreciación del yen en los primeros años bien puede compensar el impacto sobre el capital pendiente de una apreciación posterior.
Pero, ¿qué alternativas tiene quien haya quedado atrapado en una hipoteca en divisas, con un capital pendiente superior al que contrató? Su conversión a euros supone pérdidas inevitables. Las entidades que comercializaron estas hipotecas -que ahora han desaparecido de la oferta bancaria y que tuvieron a Bankinter como principal vendedor- insisten en que se trata de un préstamo a largo plazo, con lo que el mercado de divisas puede ofrecer un cambio de rumbo favorable para el cliente. Pero los expertos apuntan a que en el corto y medio plazo, el yen difícilmente regresará a los niveles previos a la crisis, al tiempo que se mantendrá la aversión al riesgo que impulsa a los inversores a adquirir yenes y francos suizos, impulsando con ello su cotización.
"Ambas divisas han registrado una sobrevaloración extrema frente al dólar y el euro. Es muy probable que no vayan más allá y que se deprecien un poco en los próximos meses, aunque no con rotundidad", señala Pablo Guijarro, de Analistas Financieros Internacionales (AFI). Su previsión es que el yen se deprecie al entorno de los 86 yenes por dólar a corto plazo (desde los 84 yenes por dólar actuales) y que el franco suizo regrese a niveles de 1,35 unidades por euro. Citi prevé que el yen se estabilice este año y el próximo en niveles de 88,5 unidades por dólar, en un entorno de crecimientomoderado para la economía japonesa. Por el contrario, BBVA no pierde vista la actual situación de losmercados y su aversión al riesgo, con lo que el yen podría apreciarse en el corto plazo hasta las 82,5 unidades por dólar, encareciendo un poco más las hipotecas en esta divisa.