El regulador británico investiga a la filial de Iberdrola y otras cuatro eléctricas
El regulador del sector eléctrico de Reino Unido, Ofgem, ha abierto una investigación a cuatro compañías, entre ellas la filial de Iberdrola Scottish Power, tras detectar malas prácticas relacionadas con la captación de clientes con nuevos contratos en los que, en contra de lo prometido, el coste final de la luz y del gas resulta mayor.
En una nota, Ofgem indica que la investigación afecta, además de a Scottish Power, a Npower, EDF Energy y Scottish and Southern Energy, y que la misma esclarecerá si las empresas cumplen la nueva regulación, en la que se endurecen los criterios de transparencia e información en la labor de los comerciales encargados de captar nuevos clientes.
El regulador ha puesto además un número de teléfono a disposición de los clientes que hayan firmado nuevos contratos con las compañías tras resultar asesorados por comerciales y que sospechen de que el coste del servicio no se ajusta a lo prometido.
En octubre, Ofgem aprobó una normativa en la que emplazaba a las empresas a ser proactivas en la prevención de malas prácticas relacionadas con el proceso de venta, ya sea a través del teléfono o de comerciales en los domicilios.
Las compañías deben ofrecer al potencial cliente una estimación correcta sobre cuál será su factura en caso de contratar el servicio con la empresa, y los usuarios tienen derecho a que se realice una comparación de costes entre el actual y el futuro suministro.
El regulador recuerda que el inicio de la investigación no presupone la culpabilidad de ninguna de las empresas, así como que la multa máxima que podría aplicarse en caso de que se detecten prácticas contrarias a la normativa equivale al 10% de la facturación anual.
Hasta la fecha, Ofgem ya ha multado en 2008 a Npower con 1,8 millones de libras (2,15 millones de euros) y en 2002 a London Electricity (ahora EDF) con 2 millones de libras (2,4 millones de euros) por haber engañado a los consumidores en el proceso de captación.