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Columna
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Fannie y Freddie, sin lados buenos

Incluso el lado bueno de Fannie Mae y Freddie Mac es malo. Un nuevo informe federal sobre los gigantes hipotecarios de Estados Unidos muestra que eran sus garantías, y no la cartera de préstamos hipotecarios ni los títulos, las que causaron la mayor parte de las enormes pérdidas de 226.000 millones de dólares contabilizados hasta la fecha. Sin embargo, la mayoría de los involucrados en el debate americano sobre hipotecas se aferran a la necesidad de esas garantías de alguna forma.

Las dos entidades gubernamentales han estado en caída permanente desde septiembre de 2008. El supervisor, la Federal Housing Finance Agency, ha concluido -como era de esperar- que la mayoría de los daños fueron ocasionados por los préstamos hipotecarios no tradicionales. Las hipotecas de tipo Alt-A, por ejemplo, incorporadas de forma imprudente en los años 2006 y 2007.

Más sorprendente es la conclusión de que la garantía de Fannie Mae y Freddie Mac representaba el 73% de todas las pérdidas. Eso no está tan lejos de la línea de la escala relativa de las dos áreas del negocio. Pero los cuatro billones de dólares adicionales en garantías de las GSE son considerados excesivos como soporte de los mercados hipotecarios, más que sus compras de activos. Y cualquier pérdida sobre las garantías debía financiarse supuestamente con las comisiones.

Políticamente, las garantías hipotecarias gubernamentales de Estados Unidos parecen ser un dogma de fe, aunque algunas propuestas de reforma quieren que Fannie Mae y Freddie Mac sean reemplazadas por una financiera más pequeña y con mayores límites.

Geithner ha reconocido al menos que las garantías deben tener un precio adecuado para cubrir los riesgos y minimizar la exposición de los contribuyentes. Pero no cabe duda de que ese era el objetivo original de Fannie y Freddie. Al final, los objetivos políticos y el estatuto especial otorgado sobre las dos GSE fallaron en promover la prudencia comercial.

Richard Beales

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