El euro se prepara para echar otro pulso al dólar
Los analistas creen que la debilidad de EE UU fortalecerá a la moneda común devolviéndola a 1,33 dólares
El euro se cambiaba el viernes por 1,27 dólares frente a los 1,32 que alcanzó a principios de mes. La moneda comunitaria se ha visto resentida por las malas perspectivas de recuperación económica y la incertidumbre que reina en los mercados. La prudencia ha guiado a los inversores, quienes han corrido a refugiarse en el dólar como divisa de referencia. Los expertos auguran, no obstante, que el euro experimentará un nuevo repunte en el corto y medio plazo hasta consolidar un valor superior al dólar con treinta centavos, más por la debilidad de Estados Unidos que por una apuesta frontal por la divisa europea.
"En las últimas semanas se ha dado un aumento de la percepción de riesgo de los fondos soberanos periféricos", explica María Luisa Álvarez, analista de Ahorro Corporación. Una incertidumbre que no duda en calificar de "excesiva", y que, en su opinión, será superada en los próximos días. "Las últimas subastas de deuda en España, Irlanda Portugal han sido muy buenas y tienden a reducir el diferencial con el bono alemán. Eso debería fomentar una apreciación de la divisa", añade. Su estimación es que el euro cerrará el año en el entorno de los 1,33 dólares.
Un techo éste con el que coincide Daniel Argumedo, de Finagentes, que sentencia que el ascenso "será por deméritos del dólar más que por el fortalecimiento del euro". "El primer asalto que ha intentado el euro no ha tenido éxito, pero en algún momento, a corto plazo, volverá a subir", continúa. Pero la jugada de auparse sobre la debilidad del dólar tiene un recorrido limitado, matiza. Superar un tipo de cambio de 1,33 dólares, argumenta, dependerá "de que haya una apuesta decidida por el euro".
Los expertos destacan que los malos datos de Washington chocan con los de Berlín
Hasta entonces, sin embargo, no duda de que la moneda de la Unión Europea lleva todas las de ganar. "Lo más sensato es que el dólar se vaya debilitando", asegura Argumedo.
Las malas perspectivas de crecimiento económico de Estados Unidos publicadas recientemente por la Reservar Federal (Fed) contrastan, recuerda, con la estimación del Bundesbank de que Alemania cerrará el ejercicio creciendo un 3%. Una cifra que destaca con la evolución del PIB norteamericano que, según se supo el viernes, creció un 1,6% en el segundo trimestre, frente al 2,4% que estaba previsto. "Este dato, indudablemente, va a poner sobre la mesa el problema de crecimiento de Norteamérica. El mercado no ha querido verlo aún, pero ahora se va a tener que plantear si esta vez será EE UU el primero en recuperarse de la crisis", valora.
Pesimismo en el largo plazo
Para Argumedo, la puerta abierta que ha dejado la Fed para seguir adquiriendo deuda pública norteamericana sólo empeoraría la valoración de su divisa. Por otra parte, sostiene, "Moody's ya ha advertido que si no toman medidas sobre las cuentas fiscales se quedan más cerca de perder la calificación de AAA". Aunque descarta que esto llegue a suceder realmente, sí asume que cualquier comentario negativo de las agencias de rating en este sentido, tendría un efecto negativo sobre el dólar.
Pese a todo, las previsiones se enturbian de cara al largo plazo. "El rebote del euro es normal, teniendo en cuenta lo que había caído por la crisis de la deuda, y el hecho de que esté potenciado por los malos resultados macroeconómicos de Estados Unidos, pero la cosa podría cambiar a dos o tres años vista", augura Nicolás López, de MG Valores. Según su parecer, a largo plazo, y una vez que Norteamérica vuelva a arrancar con fuerza, "el euro estará más en el entorno de los 1,15 dólares que en el de los 1,4".
"Obama estará políticamente débil para reaccionar"
Uno de los factores que más influirá en la evolución futura del dólar es la situación política estadounidense. El presidente encara en noviembre el llamado "midterm", unos comicios que renovarán la mitad de las dos grandes cámaras legislativas de Norteamérica."Todo apunta a que los demócratas van a perder la mayoría en el Congreso y en el Senado. Eso dejaría a Obama con las manos atadas para llevar a cabo nuevos ajustes fiscales o para aprobar una subida de impuestos", expone Daniel Argumedo, de Finagentes. Sin este margen de actuación, el presidente de los Estados Unidos tendrá complicado, expone el analista, mandar un mensaje de confianza a los mercados en caso de que sea necesario. "Estará políticamente débil para actuar", apunta. Obama acaba de embarcarse en una gira por algunos de los grandes estados del país con el fin de recabar apoyos para no quedar en tan difícil situación. "Una administración demócrata con cámaras republicanas puede devenir en un bloqueo político que perjudique al dólar", resume Argumedo.Por el momento, la iniciativa la ha tomado la Reserva Federal (Fed) quien anunció hace poco que invertirá en deuda pública estadounidense el montante del que vaya disponiendo cuando venzan los activos hipotecarios que adquirió. Algunos analistas apuntan a que el banco central norteamericano podría incluso aumentar esta inversión con nuevas inyecciones de capital.Lo que parece descartado, por el momento, es que tanto la Fed como el Banco Central Europeo vayan a cambiar su política monetaria elevando los tipos de interés. Los gestores de fondos calculan que no habrá movimientos en este sentido hasta el tercer trimestre de 2011, según la última encuesta de Bank of America Merrill Lynch.
La cifra
1,27 dólares por cada euro es el tipo de cambio en el que se mantenía el viernes la moneda comunitaria.