Turismo con vistas al exterior
Las grandes cadenas hoteleras españolas miran hacia el exterior para seguir creciendo, y su política de internacionalización, iniciada con éxito hace décadas, explica que ocho de cada diez establecimientos en proyecto se vayan a ubicar fuera de España. La estrategia de abrir nuevos destinos es acertada y cualquier empresa gestionada correctamente buscará diversificar sus mercados.
Sin embargo, puede ser una señal preocupante que las cadenas nacionales casi no contemplen España a la hora de abrir nuevos hoteles. Es cierto que se trata de un mercado maduro y que determinadas zonas costeras tienen ya una oferta saturada. Pero eso no implica que aún no queden nichos por explotar en otras formas de turismo además de sol y playa, ni nuevos destinos que fomentar, principalmente del interior. Es posible que el número de plazas sea suficiente para el conjunto del país, pero eso no excluye la exigencia de una constante mejora de los establecimientos existentes.
El sector es proclive a solicitar ayudas de la Administración. Está en su derecho y no será dinero mal empleado si se destina a renovar y modernizar sus instalaciones y contribuye a subir el nivel de calidad de nuestro principal sector. Las empresas, por su parte, también deben renovar su apuesta por el mercado interior.