Arrecia la lucha interna por el control de Barnes & Noble
Los principales accionistas de Barnes & Noble, la mayor cadena de librerías de EE UU, se han declarado la guerra sin cuartel. Tras acabar sin acuerdo el 12 de agosto las negociaciones entre sus actuales gestores, liderados por Leonard Riggio y el multimillonario Ron Burkle, la empresa acusó ayer a este inversor de querer tomar el control sin compensar adecuadamente a sus accionistas.
La lucha entre ambos y el momento de transición hacia el mundo digital en el que se ha embarcado B&N forzó este mes al consejo a poner en venta la empresa y su salida de Bolsa. Riggio se ha perfilado durante todo el tiempo como el candidato a retomar el control de la compañía.
Pero hasta que eso ocurra, en una carta a los accionistas, previa a la junta del 28 de septiembre, la empresa ha elevado el tono de la contienda y ha acusado a Burkle de querer aliarse con otro de los primeros inversores, Aletheia R&M, para controlar B&N sin pagar primas al resto de accionistas.
Burkle posee un 18,8% de las acciones de la cadena de librerías mientras que Aletheia es tenedor del 15,1%. Riggio, controla el 28,2%, y ha logrado imponer límites para que otros inversores se pongan al frente de la empresa. Pese a ello, Burkle quiere que se nombre a tres consejeros, entre ellos a él mismo en la junta. En esta reunión se han de revalidar tres puestos en el consejo, entre ellos el de Riggio.
Ante esta situación, la comunicación de B&N a sus accionistas desacredita a Burkle tachándole de protagonizar sonados fracasos. Uno de los consejeros que propone formaba parte del consejo de Time Warner que aprobó la compra de AOL y Burkle fue consejero de Yahoo! cuando esta empresa rechazó la opa de Microsoft.
En este ambiente y el momento de cambio que se vive en el sector, la cadena registró unas pérdidas de 62,5 millones de dólares (49,3 millones) en el segundo trimestre cuando el mismo mes de 2009 los beneficios fueron de 12,3 millones. Parte de las pérdidas se deben a las fuertes inversiones que la empresa está haciendo en su transición, pero también a las costes legales de esta batalla empresarial.