Telefónica tiene un colchón de 9.100 millones de crédito sin usar
Telefónica es el mejor ejemplo de que una alta deuda no es sinónimo de problemas financieros. Al contrario. La operadora duplicó su pasivo con la compra de O2 y acaba de firmar con Portugal Telecom la adquisición por 7.500 millones de la mitad de Vivo. Aun así, Telefónica dispone de un colchón de 9.100 millones de crédito sin utilizar. Incluso le da para amortizar préstamos con meses de antelación.
No todos los liderazgos son igual de deseados. Telefónica está en los puestos destacados de clasificaciones tanto españolas como de su sector en varias materias, pero hay una de la que preferiría borrarse: la que se refiere a la deuda. Los 48.412 millones de euros de pasivo con que contaba la empresa al cierre del primer semestre la convierten en la operadora más endeudada entre las grandes de su sector.
Lo es desde 2005, año en que Telefónica firmó las adquisiciones de Cesky Telecom y, sobre todo, de O2. La compra de la operadora británica supuso el desembolso de 26.000 millones y duplicó la deuda de la española.Hasta entonces, era una de las operadoras menos endeudadas en un sector plagado de problemas financieros; a partir de ahí, se situó en cabeza. La más cercana es Deutsche Telekom, con 46.250 millones de pasivo.
Pero lo elevado de su deuda nunca ha supuesto un conflicto para Telefónica. Ni operativo, puesto que la compañía ha mantenido su estrategia de adquisiciones y está dispuesta a sacar la chequera cuando lo cree necesario, como en el caso de Vivo. Ni financiero. Es más, la operadora no deja de dar señales de fortaleza al mercado en este capítulo, como demuestra la cifra de fondos a su disposición en líneas de crédito sin utilizar.
La 'teleco' puede afrontar vencimientos de deuda o compras sin preocuparse de la financiación
Telefónica no suele revelar este dato, pero el montante consta en una presentación oficial realizada tras la comunicación de sus resultados del primer semestre. Ahí se desvela que las líneas de crédito sin usar a su alcance ascienden a 9.100 millones de euros, una cifra que ha aumentado en casi 2.000 millones en los seis primeros meses del año.
Esta cuantía supone un colchón para la operadora, que tiene la tranquilidad de poder planear adquisiciones sin preocuparse de si el mercado las financiará o de atender a los vencimientos de su deuda de los próximos años aunque otra crisis global cierre el acceso al dinero durante una larga temporada.
De hecho, Telefónica ha preferido no apurar estos fondos y mantener este colchón para el futuro antes que usarlo para pagar la factura de Vivo. En todo momento, la española aseguró que tenía financiación para abonar el precio ofrecido a Portugal Telecom sin acudir al mercado, aunque no dijo cuál era la cifra total de dinero disponible. Ahora se sabe que son 9.100 millones de euros, una cifra muy superior a los 7.500 millones que tiene que pagar por el 30% de Vivo en manos de PT, sobre todo porque parte de este dinero no se abona de forma inmediata.
Pese a ello, Telefónica sondeó al mercado, vio que la respuesta era buena y en julio firmó un crédito sindicado de 8.000 millones para refinanciar deuda y afrontar la compra de Vivo. Los 9.100 millones de las líneas de crédito, que se van renovando y por las que se paga sólo por la condición de disponibilidad, siguen intactos a su alcance.
A Telefónica incluso le dan los fondos para pagar créditos por anticipado. La operadora ya ha refinanciado todos sus vencimientos de 2010 y está ahora con los de 2011. Y cada vez le queda menos que refinanciar, porque algunos vencimientos los cancela directamente más de un año antes de que lleguen. Así lo reconoce la compañía en un documento oficial, donde afirma que durante el primer semestre ha procedido a amortizar 2.200 millones de parte de un crédito sindicado que vence en 2011.
Este préstamo fue el que pidió Telefónica en 2005 para la compra de la operadora checa Cesky y ahora está acelerando los pagos por la disponibilidad de fondos que le da su generación de caja y las buenas condiciones de financiación que consigue en el mercado.
China, Serbia y el móvil como telón de fondo
Después de la compra de O2, Telefónica anunció el fin de las grandes operaciones corporativas, pero nunca ha renunciado a seguir creciendo con adquisiciones puntuales y estratégicas que se le pusieran a tiro. Y con la liquidez que tiene a su disposición, puede afrontar cualquiera de ellas con tranquilidad.Tomar el control de Vivo siempre fue una de sus prioridades y ya está conseguido. En cartera, una de las opciones que más desea Telefónica es seguir aumentando su participación en China Unicom. Ahora tiene el 8,37% y como mínimo le gustaría subir al 10%, algo que cree poder conseguir este mismo año.Otra fuente de gasto es la compra de espectro. La operadora tiene claro que el futuro del negocio del móvil pasa por los datos y para ello se necesita capacidad. De ahí que no haya escatimado recursos para comprar frecuencias radioeléctricas en Alemania, donde invirtió casi 1.400 millones, y en México. España y Reino Unido son las siguientes de la lista.Telefónica también podría estar interesada en la venta del 40% de la operadora serbia Telekom Srbija. El Gobierno de ese país invitó a la operadora a acudir a la privatización y la prensa local aseguraba ayer que cinco compañías, entre ellas Telefónica, Deutsche Telekom y France Télécom han mostrado interés en la operación.