La segunda fase de la crisis agrava los daños en las cuentas de los brókeres
Los intermediarios financieros han sufrido en sus cuentas la inestabilidad de los mercados en junio. El ritmo de caída de sus beneficios se ha multiplicado por cuatro, hasta el 22,1%, frente al retroceso del 5,5% de los cinco primeros meses de 2010. Uno de cada tres brókeres está en pérdidas.
A mediados de mayo, estalló la segunda fase de la crisis financiera. El miedo se trasladó a la deuda pública europea y las Bolsas reaccionaron con convulsiones. Esto ha agravado la presión sobre los brókeres -sociedades y agencias de valores, y gestoras de cartera-, que han comprobado cómo el ritmo de caída de sus resultados se aceleró en el primer semestre.
La purga viene de lejos. Ganaron 631,2 millones de euros en 2007, frente a los 267 millones del cierre del pasado año. El hundimiento desde el récord histórico asciende al 57,7%. Y en lo que va de año la situación empeora por momentos, pues el beneficio neto entre enero y junio ascendió a 137,8 millones, un 22,1% menos que en el mismo periodo de 2009, según las estadísticas publicadas ayer por la CNMV. En los cinco primeros meses del año, la caída se había limitado al 5,5%.
"La volatilidad de los mercados en el segundo trimestre ha pasado factura a las cuentas", señalan desde el departamento financiero de una sociedad de valores. De los 107 brókeres registrados -no se incluyen en esta cifra las empresas de asesoramiento financiero-, 34 registraron pérdidas hasta el mes de junio.
Las operaciones por cuenta propia, aquéllas que las entidades realizan para sí mismas en lugar de para sus clientes, han contribuido decisivamente en esta ocasión a que los resultados se deterioraran en la primera mitad de 2010. Entre enero y junio del año pasado, se anotaron 151,1 millones de euros en concepto de resultados por la actividad por cuenta propia. En lo que va de este año, no puede decirse que les haya ido mal, pues dicho epígrafe revela unos beneficios de 87,4 millones. Con todo, esta cantidad supone un descenso del 42,2% frente a los mismos meses de 2009.
Las sociedades de valores contribuyen de forma decisiva al resultado agregado del sector. Sus beneficios representan el 95,9% del total, y precisamente son ellas las que disponen de más autonomía a la hora de operar por cuenta propia. En este epígrafe, la aportación de las agencias y de las gestoras de cartera es simbólica, con 1,4 millones de euros y 25.000 euros, respectivamente.
Ventas de deuda privada
La reducción de la cantidad que han obtenido en concepto de intereses por la cartera de renta fija privada es una de las culpables principales del descenso en los resultados de la operativa por cuenta propia. Ingresaron 9,6 millones en el primer semestre, lo que supone una reducción del 84% respecto a los más de 60 millones que lograron en el mismo periodo del año pasado. Esto implica que los brókeres han vendido una parte significativa de su cartera de renta fija privada, especialmente bonos españoles.
También la caída del euro frente al dólar en el segundo trimestre -del 9,4%- ha tenido su repercusión en los beneficios de los intermediarios, que han contabilizado unas pérdidas de 34,3 millones por tipo de cambio, frente al leve quebranto de 286.000 euros del año pasado.
Los expertos consultados señalan que el número de brókeres tenderá a reducirse en los próximos meses. La mejora de los volúmenes de negociación en la Bolsa española en 2010 no ha sido suficiente para invertir la espiral bajista de los beneficios de los brókeres, y el número de cierres se ha acelerado en los últimos meses. Según los anuncios publicados en el BOE, siete brókeres se han dado de baja desde marzo. Esta cifra, aunque reducida en comparación con el número total de entidades, es un 40% superior a la cantidad de bajas registradas en todo 2009.
La cifra
21,2% es el alza del volumen de negocio en millones de euros de la Bolsa española entre enero y julio de 2010, frente al mismo periodo del año pasado.
El supervisor eleva los controles
Uno de los problemas a los que se enfrentan las empresas de servicios de inversión es el incremento del número de las exigencias regulatorias, derivadas de la entrada en vigor de la directiva europea sobre el mercado de instrumentos financieros (Mifid, por sus siglas en inglés). Esto implica un aumento de los costes fijos de estas empresas.La última novedad normativa entró en vigor el pasado 17 de agosto: la circular de información reservada que las empresas de servicios de inversión han de comunicar a la CNMV. Ahora, tendrán que detallar al supervisor, por ejemplo, los incentivos cobrados, las recomendaciones dadas a los clientes o las reclamaciones que se le han presentado, entre otros muchos indicadores.El organismo presidido por Julio Segura ha advertido reiteradamente en sus boletines trimestrales del exceso de capacidad que existe el sector, que "deberá corregirse a través de las oportunas decisiones estratégicas". La CNMV señala que, pese a todo, la solvencia de los intermediarios es elevada.