Zapatero reactiva su reunión con las constructuras
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha reactivado la reunión con los presidentes de las seis constructoras cotizadas, convocada inicialmente para hoy miércoles y que fue aplazada tras haber trascendido la noticia a la opinión pública, informaron a Europa Press en fuentes conocedoras de los contactos.
Las partes han acordado reunirse, previsiblemente en los próximos días, manteniendo el espíritu de la convocatoria inicial, es decir, en un encuentro "estrictamente privado" y lejos de los focos y la presión mediática, con el fin de evitar que la cita se convierta en "el culebrón del verano", según las mismas fuentes.
Al encuentro han sido convocados los presidentes de ACS, Florentino Pérez; de Acciona, José Manuel Entrecanales; de Ferrovial, Rafael del Pino; de FCC, Baldomero Falcones; de Sacyr, Luis del Rivero, y de OHL, Juan Miguel Villar Mir.
El presidente del Gobierno es consciente de la inquietud del sector constructor ante el severo recorte de 6.400 millones aplicado en la inversión en infraestructuras, y dispone de los informes de las patronales del sector advirtiendo del fuerte impacto en el empleo que puede ocasionar este ajuste, en un momento en que la cifra de parados asciende a 4,64 millones de personas (el 20,9% de la población activa), de acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Según Seopan, principal patronal del sector, el ajuste actual va a suponer la destrucción de 72.000 empleos a corto plazo y de 160.000 puestos de trabajo a medio plazo, en unos dos años y medio. El sector se enfrenta además a un shock negativo de demanda, junto con la entrada en vigor de la nueva Ley de morosidad, que puede provocar la desaparición de un gran número de empresas.
De ahí que Zapatero anunciase tras su reunión con el Rey en el Palacio de Marivent, que el Gobierno se plantea retomar algunos proyectos de infraestructuras si los Presupuestos del Estado de 2011 dejan margen para ello. El ministro de Fomento, José Blanco, reconoció también que el ajuste había sido "excesivo", de ahí que el Gobierno se haya planteado reprogramar algunas obras que habían sido suspendidas pero cuyo importe conjunto no supera los 500 millones de euros.
La vicepresidenta segunda, Elena Salgado, se apresuró a limitar el alcance de la medida, dejando claro que no compromete el límite de gasto y no afectará en ningún caso al objetivo de reducir el déficit público al 6% al cierre del próximo ejercicio.