De compras en el sector tecnológico

Lejos de amedrentar al sector tecnológico, la crisis ha fortalecido a los gigantes mundiales, que se han convertido en máquinas de generar dinero. Y, por ahora, de acumularlo: entre las ocho grandes juntaban a finales de junio 163.000 millones de euros en caja. Lo que hace prever que los bailes de compras que han marcado el sector en los últimos meses, como poco, van a continuar.

Eso abrirá buenas perspectivas para los inversores que apuesten por nuevos movimientos corporativos en el sector. Además, es de prever que semejante caja hará subir los dividendos de las empresas que ya los pagan o, según se especula en los mercados, animará a otras a retribuir a sus accionistas. Es probable que Apple o Google, que mantienen una férrea política de no reparto de beneficios entre los inversores ni recompra de acciones, acaben cediendo ante la presión de los accionistas.

Los procesos de concentración, no obstante, pueden traer de la mano un indeseable efecto negativo si las autoridades no están muy atentas. La existencia de unos pocos conglomerados mundiales -la mayoría estadounidenses-, que acaparan casi todo el espectro tecnológico, puede cerrar puertas a la competencia. Una vez más, sólo una buena regulación salvaguardará la competencia sin perjudicar el desarrollo tecnológico.